«Ahora viene la ruina y no hay prisa por solucionar el problema»

Iruela, Forna, Encinedo, Ambasaguas, Robledo, Santa Eulalia, Villarino... son sólo algunas de las pedanías cabreiresas que han perdido su fuente de ingresos a consecuencia del fuego. En buena parte de ellas ya no hay pastos y no se podrá cazar en los próximos cinco año. «Esto es la ruina y no parece que haya prisa por solucionar el problema», dice el pedáneo de Iruela, Inocencio García, señalando, como el resto de afectados, a las administraciones. «Se están gastando un millón en tirar paja por el monte y hacer albarradas pero nada en solucionar los problemas que el incendio dejó en los pueblos», critica Elías Valle, de Trabazos. Una realidad compartida a lo largo y ancho del territorio abrasado. «Los primeros días aquí hubo mucha gente y todo eran buenas palabras. De momento las ayudas son la paja, del resto nada, no han hecho nada..», lamentan.

Sin Museo del Relojero losada

Entre la impotencia y la rabia, La Cabrera sigue pagando las consecuencias del fuego. En Iruela han tenido que paralizar los trámites de la obra para el Museo del Relojero Losada, «teníamos una subvención de 4.000 euros de la Diputación pero no podemos completarla», dice el presidente de la junta vecinal, consciente de que este año el pueblo no tendrá los 8.000 euros que ingresaba por la caza. «A ver los pastos», se pregunta. «Y aquí porque algunas fincas particulares las habíamos desbrozados, si no se nos queman todas las casas, no libra nada», recuerda.