Proponen un sello de calidad para las ganaderías que convivan con lobos
dl | león
Aprobar una ley nacional para regular la ganadería extensiva, destinar ayudas a la adaptación de su actividad en presencia de lobos y crear un sello específico para productos de las explotaciones que convivan con ellos ayudaría a solucionar el actual conflicto entre los ganaderos y la protección de esta especie.
Éstas son algunas de las principales conclusiones del informe Vivir con Lobos , un proyecto de Ecologistas en Acción (EA) de carácter «independiente, sin financiación ni participación de las administraciones», presentado ayer en Madrid para apoyar la conservación del lobo ibérico.
El documento plantea posibles formas de abordar este problema que enfrenta los intereses de las explotaciones ganaderas con la protección de esta especie y que, a juicio del cordinador de EA, Theo Oberhuber, «se ha sobredimensionado artificialmente». La portavoz de esta organización en Castilla y León, Carolina Martín, recordó que entre los años 2008 y 2013 fueron abatidos hasta 582 ejemplares «de forma legal», ya que la directiva de Hábitat «sólo protege a esta especie al sur del río Duero».
Aún así, esta bióloga y activista explicó que las batidas de lobos se producen por igual tanto al norte como al sur del río «con el pretexto de controlar la población», algo que no considera necesario porque la especie «se autogestiona» y es «fundamental en la cadena trófica».
También ha criticado que «no existe un control directo de cuántos lobos se matan, porque el furtivismo no está perseguido» y ello «garantiza la impunidad de los cazadores ilegales».
El envenenamiento de la carroña, los incendios forestales, la degradación del ecosistema debido a la presencia humana y las infraestructuras o los atropellos son las principales causas de muerte del lobo ibérico.
Otro factor a tener en cuenta es el de la profesionalización de la ganadería extensiva que demandan los pastores, así como una regulación nacional de la misma, porque según el ganadero Leandro Valle, «actualmente no hay ninguna normativa, algo que es fundamental».