Diario de León

RECONOCIMIENTO POR SANTA BÁRBARA

Caboalles de Arriba rinde homenaje a su minero más veterano, Fernando González

La junta vecinal le entregará en la festividad de Santa Bárbara un diploma y una lámpara minera

Fernando González

Fernando González

Publicado por
G. F. A. | LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

Rendir un homenaje al minero más viejo se ha convertido ya en una tradición en la localidad lacianiega de Caboalles de Arrriba cada cuatro de diciembre, festividad de Santa Bárbara, la patrona de todos los que trabajaron con el carbón. El protagonista este año será Fernando González, de 85 años de edad, trabajador en la mina La Escondida, una explotación de alta montaña, durante 18 años. Sin embargo, no era él a quien le correspondía en esta ocasión el homenaje que organiza la junta vecinal de Caboalles de Arriba y que este año cumple su vigésimo tercera edición. El reconocimiento este año iba a ser para Raúl 'el del Rojo', de 86 años de edad, extrabajador de la MSP que desgraciadamente falleció la semana pasada de un infarto. Por edad, el siguiente era Fernando González y con él se puso en contacto la junta vecinal para organizarlo todo y que no se rompiese esta tradición que acumula más de dos décadas de existencia.

Fernando González entró a trabajar en la mina tarde. "Fue en 1970 cuando tenía 37 años, lo recuerdo perfectamente". La Escondida, era la que le quedaba más cerca y allí fue. Estuve dos años en el exterior y 16 en el interior realizando primero labores de ayudante minero y quince como entibador". En 1988, cuando tenía 55 años, se jubiló. "Pero fue por enfermedad -recuerda- no tenía bien las rodillas y la humedad de la mina no era nada buena",

Antes de entrar en la mina, Fernando González, se dedicaba a la ganadería. Pero una mala racha con los animales le decidió a pasarse al carbón. "Siempre tuve la idea de darle una carrera a mis dos hijos pero cuando un par de años no se me dieron las cosas bien con la ganadería ni lo pensé. Fui a pedir trabajo a La Escondida. A pesar del tiempo transcurrido no se le ha olvidado. "Me acuerdo muy bien; fue el 29 de junio, día de San Pedro. Una de las vacas que había traído de Suiza (pagando 40.000 pesetas de las de entonces) la mejor que tenía, me apareció muerta en la cabaña y aquello me enfadó tanto que fui directamente a las oficinas de la mina, que están allí al lado".

Su primer sueldo tampoco se le ha olvidado. "Fueron algo más de 8.000 pesetas", dice sonriente al rememorar aquella nómina de julio de 1970.

Reacio a entrar dentro de la mina, trabajó dos años en el exterior de la explotación propiedad de Viloria. "Le tenía un poco de respeto a entrar dentro pero allí los inviernos trabajando fuera son muy duros y me decidí a ir dentro".

Reconoce que durante sus 18 años en la mina tuvo suerte. "Tuve dos accidentes pero fueron poca cosa, el primero una piedra que me dio y me hizo una brecna en la nariz y la rotura de un dedo del pie. "Estaba trabajando con un barrenista, con Rivero, y me cayó una piedra del techo y me lo rompió". Con los compañeros siempre tuvo buen trato y tiene buen recuerdo de todos.

Como todos los antiguos mineros siente pena al ver en qué ha quedado el antaño poderoso sector minero leonés. Curiosamente, La Escondida es actualmente la única mina que aún sigue activa en la provincia. "Pero ahora no llega a cincuenta trabajadores, y todos por subcontratas, cuando en sus mejores épocas llegó a tener a 260 en plantilla. Cuando yo entré en el exterior trabajábamos 19 y ahora sólamente hay uno", explica. Y con 260 trabajadores, La Escondida era en aquellos tiempos de bonanza la que menos personal tenía.

El homenaje que le rendirá la junta vecinal que preside Jesús Rodríguez arrancará a la una y media con una misa. A continuación en el salón parroquial de Caboalles de Arriba se le entregará un diploma y una lámpara minera de recuerdo. Seguidamente se obsequiará a todos los vecinos con un vino español acompañado de unos pinchos.

tracking