El Páramo Alto gestiona la retirada de las acequias en desuso tras la reconcentración

La Comunidad de Regantes del Canal del Páramo (Páramo Alto) gestiona la retirada de los cientos de acequias que han quedado en desuso tras la reconcentración parcelaria que se está llevando en la zona en los últimos años. Se trata de un problema sobrevenido cuya responsabilidad achacan a la Junta de Castilla y León, pero que aún así, están intentando solventar.

Para entender el asunto hay que hacer un poco de memoria, según explicó ayer el presidente de la Junta de Gobierno de la comunidad de regantes, Ángel González Quintanilla. En el proceso de modernización de los regadíos y reconcentración parcelaria, la reconcentración ha sido llevada a cabo directamente por la Junta de Castilla y León, que no previó la retirada de las antiguas acequias de riego de hormigón, que antes iban junto a los caminos pero que con la nueva reordenación del territorio muchas quedaron en medio de las parcelas, siendo los propios agricultores a título individual los que se han tenido que ir encargando de retirarlas para poder realizar su trabajo. La mayoría de las veces las han ido dejando en los límites de las fincas.

Aún quedan algunos escombros en el campo. MARCIANO PÉREZ.

Ante esta situación y en aras a la preservación del medio ambiente, para que no quedasen tirados por el campo estos escombros, la comunidad de regantes ha tomado cartas en el asunto y está intentando dar una solución al problema, dejando claro que la zona se considera todavía en obras y que la responsabilidad es de la Junta de Castilla y León. «Nosotros estamos por la labor, aunque esto nos cuesta mucho dinero», dice González Quintanilla.

Para ello se han reunido en varias ocasiones con distintos entes de la Junta de Castilla y León y ya han conseguido que en los proyectos de los dos últimos sectores que quedan por reconcentrar (IV y VI) se incluya la retirada de las viejas acequias mayores de 1,4 metros de boca y, según lo que permita el presupuesto, de las de otros sectores ya ejecutados.

Según explican desde el Páramo Alto, hay tres tipos de acequias: las de hormigón que no llevan hierro (no contaminantes), las de hormigón con hierro y muy pocas con amianto.

A cada una le están buscando una solución con la intención de retirarlas todas, intentando que sea la Junta de Castilla y León la que se encargue de su retirada final. En estos momentos, la comunidad de regantes está recogiendo las acequias que llevan hierro y está haciendo acopio de ellas junto a las balsas de riego, en espacios vallados y cerrados. Son las de mayor tamaño. Están siendo almacenadas. Alguna la van vendiendo y otras están siendo reutilizadas para necesidades puntuales mientras duran las obras.

Los lugares de almacenamiento están cerrados. MARCIANO PÉREZ.

Para las más pequeñas, las de hormigón sin hierro, han comunicado a las juntas locales de cada pueblo que las almacenen en solares o fincas a la espera de saber qué hacer con ellas.

Finalmente, para las pocas que llevan amianto la comunidad de regantes ya ha encargado un proyecto y presupuesto a una empresa autorizada para su retirada.

Desde el Páramo Alto señalan que este problema prácticamente sólo se ha dado en este territorio de todos los que están inmersos en procesos de reconcentración parcelaria y modernización de regadíos ya que en el resto se regaba por canales de tierra sin acequias. Intentan buscar una solución con la Junta de Castilla y León «que no previó esta especifidad en sus obras de reconcentración».

Tanto es así que los rectores de la comunidad de regantes ya se han llegado a reunir con el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, para transmitirle su preocupación e intentar dar una solución al asunto. De todos modos González Quintanilla pide «tranquilidad ya que la zona todavía está en obras».

Por último, desde la Comunidad de Regantes del Canal del Páramo aseguran que «no hay nadie más preocupado por el medioambiente que los propios agricultores ya que nos va la vida en ello. Queremos que nuestros campos estén limpios y sanos».

La pelota, pues, está en el tejado de la Junta.