Ganadería
Coag denuncia que existe especulación con el precio de la leche de cabra
La organización airea bajadas de hasta el 40% por debajo del coste de producción
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) ha denunciado prácticas abusivas y especulativas de determinadas industrias lácteas que, utilizando como excusa la crisis sanitaria por el coronavirus, han anunciado «brutales bajadas» de precios a los productores de leche de cabra, según informa en un comunicado.
En concreto, la organización agraria ha advertido de que las industrias han llegado a imponer en estas semanas una «injustificada» bajada de precios del 40%, por debajo de los costes de producción, a los cabreros españoles cuando hay una alta demanda de productos lácteos en los hogares.
«Hablamos de pasar de un precio en origen en enero de 2020 de 0,82 euros/litro a una horquilla entre 0,66 y 0,51 euros/litro, según aparece en las propuestas de contratos que nos han pasado los cabreros. Una verdadera locura cuando los costes de producción medios están en 0,70 euros/litro», ha desvelado el responsable del sector ovino-caprino de leche de Coag, Antonio Rodríguez.
Demanda estable
De esta forma, la organización agraria reiteran que esta reducción de precios no esté justificada, ya que la demanda de leche y productos lácteos en los hogares creció notablemente en los primeros días de confinamiento de la población, para después estabilizarse.
En la semana del 9 al 15 de marzo, previa a la declaración del estado de alarma, la demanda de estos productos fue un 49,9% superior a la de la misma semana de 2019 por el acopio de producto, mientras que en la del 16 al 22 de marzo, la primera de confinamiento, esta variación respecto a la misma semana del año anterior fue del 0%; es decir, se compró el mismo volumen de leche y productos lácteos que en la misma semana de 2019.
A pesar de que parte de la producción estatal de producto lácteo se distribuye a través del canal Horeca, sobre todo en el caso de los quesos, el aumento y mantenimiento de la demanda en los hogares de otro tipo de productos lácteos no justifica el anuncio de significativas bajadas de precio a los ganaderos por parte de algunas industrias o, incluso, el abandono de recogidas.