El prelado número 138 de una de las diócesis más antiguas y extensas de España
Monseñor Jesús Fernández González se convertirá en el obispo número 138 de la Diócesis de Astorga. Ocupará este cargo después de algo más de un año del repentino fallecimiento, el 15 de mayo de 2019, de su antecesor, Juan Antonio Menéndez (Villamarín de Salcedo 1957), que el 18 de noviembre de 2015 fue nombrado Obispo de la diócesis de Astorga para suceder a Camilo Lorenzo Iglesias.
Menéndez fue un obispo cercano y comprometido con los feligreses y con progreso de la ciudad de Astorga, por la que sentía un profundo cariño, un compromiso que deberá retomar el nuevo prelado.
Es una de las diócesis más antiguas de España. Se tienen evidencias históricas de la existencia de la diócesis en el convento jurídico asturicense, con capital en Asturica Augusta, en la provincia romana de Gallaecia, ya desde mediados del siglo III. Su primer obispo fue Basílides (249-251). Algunos autores suponen que por aquel entonces las actuales diócesis de Astorga y León estaban unidas en una sola, aunque otros consideran que no hay pruebas concluyentes de este hecho.
Su sede episcopal está en la Catedral de Santa María de Astorga y desde 1954 es diócesis sufragánea de la archidiócesis de Oviedo.
La diócesis se extiende sobre las comarcas de Maragatería, la Cabrera y El Bierzo (6.299 kilómetros cuadrados), la orensana de Valdeorras (1.700) y las zamoranas de Sanabria, La Carballeda, Valles de Benavente y parte de Aliste (3.526), lo que suma 11.525 kilómetros cuadrados de jurisdicción eclesiástica. Antiguamente también se extendía a Miranda do Douro (Portugal).
En 1993 tenía 289.203 habitantes y 1.123 núcleos de población, en 1999 284.084 habitantes y 1.060 núcleos, de los cuales 128 eran pequeños barrios o diminutas aldeas, y actualmente 285.684 habitantes y el mismo número de núcleos de población. En los últimos cincuenta años, la diócesis ha perdido alrededor de cien mil habitantes y han quedado despoblados cuarenta y cinco pequeños núcleos rurales.