Asaja denuncia que la compañía usa «prácticas delictivas» en la contratación de remolacha
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, Asaja, fue ayer más allá de la denuncia formulada en este periódico el pasado jueves, y acusó a Ebro de estar llevando a cabo «prácticas delictivas» con la contratación de remolacha y con la reestructuración del sector industrial azucarero. La organización agraria explica en un comunicado cómo «la empresa, que ahora apela a acuerdos de Mesa de Seguimiento -hablando del cierre del centro de recepción de Veguellina-, se salta a la torera dichos acuerdos siempre que le interesa». Para demostrarlo pone como prueba que «en los contratos de compraventa, firmados con los colectivos con fecha 22 de marzo, ya había suprimido, por cuenta y riesgo, el centro de Veguellina como lugar de entrega de remolacha». Además, indica que «la empresa remolachera también comete errores de bulto». «Como último ejemplo, la remolacha que se entrega en el centro de Cabreros del Río (y que otros años constaba como lugar de entrega ese pueblo) figura que se va a entregar en León. Suponemos reabriendo para ello las derruidas instalacionres de Santa Elvira en la calle Doctor Fléming», apuntan. «Amenazas de desprestigio» La organización agraria denuncia además que directivos de la empresa amenazaron con «una campaña de desprestigio a nivel provincial, a la organización y a sus representantes, utilizando para ello publicidad pagada en los medios de comunicación». Las amenazas, según Asaja, llegaron a grados tales como «decir que influirían en los agricultores para que se retirasen del contrato colectivo de remolacha de Asaja». «Ni Asaja, como organización, ni sus representantes en su trayectoria personal o profesional, tienen absolutamente nada que ocultar para estar temerosos o ser rehenes de una empresa sin principios éticos ni morales que se maneja como si fuera propiedad de un capo siciliano, olvidando que todos los leoneses, como impositores de Caja España, somos un poco dueños de la misma y, por lo tanto, no debemos permitir determinadas prácticas, acuerdos y actitudes», apunta el comunicado.