Las eléctricas y las razones sociales, puntos clave para el futuro del carbón

Rodrigo Rato, al ser peguntado por la tensión entre la tensión entre sindicatos mineros y Secretaría de Estado de Energía en la última comisión de seguimiento del Plan del carbón, motivada por la presentación de un borrador -los agentes sociales rechazaron de plano- que reinstaura las ayudas al cierre de explotaciones y unidades de producción sin fijar ni hablar de la reserva estratégica o de los ajustes ya hechos y las posibilidades de futuro de cada pozo, eludió precisar de forma clara cuál va a ser la política española para fijar las reservas. En cambio, derivó su respuesta hacia aspectos ya conocidos y que en nada aclaran la pregunta que se hacen las cuencas: qué capacidad y producción minera van a mantener. El número tres del Ejecutivo español dejó entrever sólo que en la fijación del cupo estratégico se tendrán en cuenta las razones sociales de manera importante: «Las condiciones europeas indican que las reducciones de producción se tienen que hacer no necesariamente por empresas sino por instalaciones, lo cual permite en el caso español una flexibilidad en la toma de decisiones». Pero quienes parece que van a ser clave son las eléctricas: «Cuáles sean -las minas- va a depender en gran parte de las decisiones de las empresas privadas en la compra de carbón. Y como saben muy bien, esas decisiones tienen un calendario hasta el 2004 y por tanto no será posible especificar cuáles se produzcan de aquí a entonteces». Prórroga para la reactivación Rato sí hizo hincapié en que esto necesitará, en todo caso, un plan de acompañamiento social y regional, y un nuevo compromiso, a diez años, con la reactivación y reindustrialización alternativa de las cuencas mineras del carbón. De sus palabras se desprende que la intención es, junto a las ayudas a las minas, va a haber una prórroga del Plan del carbón (vigente hasta el 2005) de las medidas para la reindustrialización y desarrollo alternativo, que permitan acabar con el monocultivo económico de las cuencas: «Lo que sí sabemos es que de aquí al 2010 tenemos un calendario para mantener las políticas del plan de la minería del carbón en España, que es muy amplio y que va a permitir no sólo financiar las explotaciones y las reestructuraciones, sino sobretodo políticas alternativas de creación de nuevas empresas y de impulso a las infraestructuras, como las que firmamos hoy; permitir que en un plazo dilatado la realidad económico-empresarial de las comarcas mineras se haya podido transformar de manera muy intensa». La aspiración de Castilla y León Respecto a la postura común de sindicatos, patronal minera y de la propia Junta, con su presidente Juan Vicente Herrera a la cabeza, que defienden las explotaciones de León y Palencia ya han reducido producción por encima de lo previsto y de manera suficiente para sanearse y ser las más competitivas de Europa, por lo que todas las que lo deseen deben estar en la reserva estratégica de carbón como energía básica, el vicepresidente segundo del Gobierno y máximo responsable de la política minera, en tono cortante, dijo: «Esa afirmación no me consta que me la hayan hecho a quienes se la atribuyen».