"A ella ya la maté", le dijo el policía a su vecino tras dispararle

El vecino de la mujer asesinada ha asegurado en la segunda sesión del juicio que se celebra esta semana en la Audiencia Provincial de León que el acusado irrumpió en su casa y le apuntó con el arma mientras le decía “desde cuando te estás follando a mi mujer, hijo de puta. Te voy a matar”. A preguntas de la fiscal, el testigo ha afirmado que se dirigió hacia el acusado y que en ese momento le disparó. La bala le entró debajo del hombro derecho y, ya herido, comenzó un forjeceo que acabó con ambos en el suelo. Fue entonces cuando, según el testimonio, el acusado le dijo “si sé esto subo la escopeta y no fallo” y que el forcejeo continuó en presencia de la esposa del vecino, a quien el policía jubilado le espetó “mira el móvil que nos están engañando”.

Según el testigo, el acusado no soltó la pistola hasta que apareció un agente de la policía nacional. También añadió que el agente le preguntó al acusado por su mujer y él aseguró “a ella ya la maté. Está en la cama medio desnuda”. En su testimonio, el vecino ha asegurado que, durante el forcejeo, agarró las manos del policía para que no volviera a disparar. “Me mordió las manos y me decía que me quería matar”, ha recordado el testigo, quien también ha referido cómo su mujer apeló al agresor para que soltara a su marido ya que se estaba desangrando a lo que el acusado contestó “que se desangre y se muera, que es lo que quiero”. El vecino de la víctima ha señalado a preguntas de la fiscal que la mujer asesinada y él eran “grandes amigos” y ha reconocido que mantenían una relación sentimental desde enero de ese mismo año.

Ya durante el interrogatorio de la defensa, ha reiterado que “la idea de él era matarme. Eso estaba clarísimo” y que también le había espetado que “ella ya confesó. Ahora tienes que confesar tú”. 

Respecto a las secuelas, el vecino de la víctima ha señalado que ha perdido movilidad en el brazo y que sigue con dolores. Además se encuentra en tratamiento psiquiátrico, su mujer y él se han separado “y me tuve que ir de casa”. “Jamás había tenido miedo de nada” ha defendido el testigo, quien ha reconoce que “ahora cualquier cosa me sobresalta y por la noche me despierto 40 veces”. 

La esposa del vecino ha sido el segundo testigo de la mañana y ha ratificado la versión de su marido. Ha asegurado que en el momento de los hechos se encontraba en el dormitorio y que salió al oir los gritos primero y después el disparo. “Estaban en la cocina forcejeando. Mi marido estaba sobre él sujetándole las manos. Me dijo que tenía un arma”. La mujer ha asegurado que el acusado gritaba que acudieran todos los vecinos porque “se está follando a mi mujer”. “Él decía 'ella ya está muerta, ella ya está muerta. Ya confesó. Ya la maté” ha asegurado en su testimonio y ha añadido que a su marido “le salía sangre a borbotones. Le dije que le dejara, que se estaba desangrando y se podía morir. Me contestó que 'tiene que esatr muerto. Lo quiero matar. Que se muera”.