Un gran estado de «ofuscación»

Durante el interrogatorio, el policía nacional jubilado aseguró que tenía licencia para tener el revólver porque «algún delincuente me dijo que cuando me jubilase, iba a ir a por mí y arrancarme la cabeza. Además, la tengo también por mi hija que está en régimen de protección de violencia de género porque la amenazaba su exmarido». Motivo por el que aseveró llevar siempre consigo el revólver a donde fuera y tenerlo cargado. En ese sentido, justificó que el día del suceso cogió el arma en un gran estado de «ofuscación» al ver que su mujer se escribía mensajes cariñosos con el vecino «que lo consideraba mi mejor amigo». No obstante, reiteró que ambos disparos fueron un «accidente». «En aquel momento no sabía lo que hacía», enfatizó. Asimismo, respecto cuando subió con el revólver hacia el piso de arriba del vecino, el policía afirmó que «quería asustarlo a él también. Si hubiera querido matarle, cuando abrió la puerta podría haberlo fulminado al instante».