Diario de León

Las harineras, pendientes de la reestructuración del sector

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EP - VALLADOLID.

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El futuro de la industria harinera, con 45 plantas en Castilla y León, pasa en la actualidad por un «impasse» a la espera de que se alcance un acuerdo acerca de la reestructuración de este sector entre la Asociación de Fabricantes de Harinas y Sémolas de España (AFHSE), que representa los intereses del 75% del sector, y el grupo Vilafranquina. De este modo, y tras más de dos años de trabajo en una comisión interministerial, integrada por los ministerios de Agricultura, Economía, Trabajo y Ciencia y Tecnología, en los que se han analizado los distintos modelos susceptibles de aplicación para la reorganización del sector y la salida del mercado de aquellas empresas que quieran optar por esta opción, se ha llegado a un momento de «impasse» del cual «sólo se podría salir si las partes involucradas en los trabajos actuamos con sabiduría y voluntad, logrando armonizar una propuesta de carácter empresarial individual, siempre respetable, con otra que resulte de interés general para todas las empresas del sector», explica AFHSE en una circular recogida por Europa Press. En la actualidad las negociaciones pasan por el diseño de un programa cuantificado de reordenación del sector para el que la Asociación de Fabricantes de Harinas y Sémolas de España apostaba por la aplicación del plan vigente en Francia que se basa, fundamentalmente, en un sistema de cupos basado en un derecho de molturación individual y transferible. Sin embargo, y ante la oposición del Ministerio de Economía, las conversaciones se centran ahora en la aplicación del modelo italiano, plan de abandono voluntario con cofinanciación de la Administración en coordinación con un compromiso de limitación de nuevas inversiones que aumenten la capacidad de molturación. De nuevo en este punto surgen las discrepancias entre la Asociación de Fabricantes de Harinas y Sémolas de España y el Grupo Vilafranquina ya que, mientras los primeros apuestan por que este compromiso de no incrementar la producción se prolongue a lo largo de siete años, el otro grupo prefiere que el acuerdo sólo se dilate en el tiempo tres años.

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