Diario de León

ESTUDIOS BAÑEZANOS Conrado Blanco

¿Dónde están?

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El Patrimonio Artístico-Monumental de las Tierras Bañezanas a través de los años ha sufrido un gran quebranto; en ocasiones, la indolencia, la apatía y la ignorancia han sido las causas principales de estas perdidas irreparables; pero la Guerra de la Independencia y más tarde la Desamortización, fueron causa de un sinnúmero de expolios, desmanes y robos, principalmente de cuadros, imágenes, cantorales, manuscritos y artísticos sepulcros de alabastro; de estos, citaré dos casos que he titulado «Misterios sin resolver». El primero se refiere a los cuatro sepulcros que en el año 1790 se encontraban en el convento de Sancti Espiritus de Palacios de la Valduerna, según carta que el Cura de Palacios escribe a don Tomás López, geógrafo, agregado a la Secretaria de Estado. De la citada carta selecciono solamente lo referente a los sepulcros. Veamos: «En los claustros del convento se encuentran cuatro sepulcros levantados; los dos de ellos de hombres vestidos de caballeros con mantos largos, espadas en el pecho y guantes en las manos; el otro también es de caballero joven, pero éste sólo está con medio manto, con espada al pecho, y espuela a los pies. No sé si esto será por ser algún segundo de la casa o por no estar todavía graduado de perfecto caballero, según la usanza de aquellos tiempos. El otro sepulcro es conocidamente de mujer. No tienen inscripción pero se presume que los unos don Pedro de Vazán y doña Mencía su mujer, fundadora del sobredicho convento, los otros dos más antiguos que éstos, porque antes habitaban este convento unos padres que se llamaban del Sancti Spiritus». De estos cuatro sepulcros no hay noticias a donde pudieron ir a parar. Que existieron, no hay la menor duda, ya que el Cura de Palacios los vio y así los describe. El otro caso de lo que yo califico de «Misterios sin resolver» es el de los sepulcros de Juan de Mansilla y de doña Beatriz Gómez de Mansilla. Ciñéndome al Testamento de don Juan de Mansilla (extenso e interesantísimo todo él) copio las siguientes cláusulas: «Digo y mando que si al tiempo de mi fallecimiento yo no hubiere hecho mi panteón y el de doña Beatriz Gómez de Mansilla, mi mujer, que esté en el Cielo de alabastro lo haga mi heredero y el dicho convento en su nombre, el cual se alce del suelo del dicho alabastro, vara y media, y alzado a modo de tarjetón se escriba en ella con letras de oro, el día y año en que Nuestro Señor fuere servido de llevarme para sí, y a doña Beatriz Gómez de Mansilla mi mujer. Y las misas que dote y lo que para ellas deje de renta, y el retablo y lámpara que hice, y resta para el aceite de ella y todo lo demás que pareciere al Padre Prior que lo ejecutare, atendiendo al amor y devoción que tengo y he tenido a la Virgen Santísima del Carmen, y con su Sagrada Religión». »Y encima de la dicha tarjeta, es mi voluntad y mando se pongan del dicho ALABASTRO, DOS FIGURAS, una de hombre primero y otra de mujer, hincadas de rodillas y puestas las manos y sus rosarios en ellas, mirando a la Imagen de Nuestra Señora de la Piedad, que estará en el altar de la dicha Capilla. Todo lo cual se haga muy curiosamente y como mejor parezca a mis cabeceros y mayordomos de mi heredero». Que se hicieron estos sepulcros no hay la menor duda; ya que en las copias del citado Testamento, al margen de las mencionadas clausulas figura la siguiente inscripción «Hízose» «Cumplióse». No creo que los albaceas testimoniaran y dieran fe de algo que no se había cumplido. Entonces, ¿dónde están? Nota: don Juan de Mansilla otorgó varios testamentos; uno de 17 de abril de 1623, ante Matías Gómez, escribano de La Bañeza, y otro el 20 de abril de 1624, ante el propio Matías Gómez. Ambos tiene nota de invalidez por haber otorgado un tercero, el 28 de septiembre de 1629, ante el mismo escribano, siendo éste el que se dio como válido.

tracking