Los agentes reconocen que el acusado cooperó con datos y al entregar el arma

Los agentes de la Guardia Civil que detuvieron, interrogaron y reconstruyeron el crimen de José Antonio Rodríguez, reconocieron que el acusado, Carlos Enrique Salvador cooperó «en todo momento». Según explicaron, confesó su autoría, les indicó con qué navaja había cortado los árboles, dónde había aguardado la llegada del pastor y la munición que empleó. El jefe del operativo negó que durante los interrogatorios hubieran amenazado a Salvador o le hubieran impedido comer para que se sintiera débil. Es más, recordó que el agricultor «voluntariamente» acompañado a los guardias hasta el lugar donde había arrojado los cartuchos del crimen. Para la Guardia Civil, el imputado es una persona «metódica, fría, reservada y que se toma su tiempo para responder». Les sorprendió el móvil que confesó: que la víctima le había dejado de hablar y le había ridiculizado diciendo que no pagaba las copas.