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La Junta achaca los ataques del lobo a las medidas ideológicas del Gobierno

Suárez-Quiñones considera la excesiva protección una agresión a la ganadería y al medio rural

Un potro muerto tras los ataques del lobo en las últimas semanas en la Montaña Oriental. CAMPOS

León

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La Junta de Castilla y León responsabiliza directamente al Gobierno de España, a sus «medidas dogmáticas e ideológicas», de los ataques del lobo que en los últimos días han llenado de preocupación a los ganaderos y vecinos de la Montaña Oriental leonesa al matar animales prácticamente en los mismos pueblos.

En este sentido se manifestó este sábado el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en Hospital de Órbigo, donde asistió a un encuentro con los empresarios de la comarca. Respecto a los ataques del lobo de las últimas semanas afirmó que «es imparable. Es un ataque terrible por parte del Gobierno de España a la ganadería extensiva y al medio rural de Castilla y León y de todo el noroeste que es donde está el lobo (Asturias, Cantabria y Galicia)».

En este sentido, Suárez-Quiñones subrayó que «nosotros, desde la Junta de Castilla y León hemos de lucha a capa y espada en Europa y los seguiremos haciendo, pero desde el Gobierno de España están enrocados en unas medidas dogmáticas e ideológicas sin pensar en el medio rural, sin pensar en la riqueza de nuestros pueblos». Y concluyó asegurando que «la única oportunidad que nos queda es esperar que en diciembre las elecciones generales, con el previo de las elecciones municipales, el Partido Popular y el presidente Feijóo se hagan cargo de esta nave porque con el presidente Sánchez va a la deriva».

Máxima preocupación
Los alcaldes de la Montaña Oriental han pedido que se tomen medidas urgentes

Y es que la situación que vive en las últimas fechas la Montaña Oriental leonesa con ataques del lobo al ganado a las mismas puertas de los pueblos ha sembrado de preocupación e incluso pánico a los ganaderos y vecinos de la zona. Una situación que ha hecho que todos los alcaldes de la zona, prácticamente sin excepción, hallan levantado la voz de alarma y demandando de las administraciones que tomen medidas urgentes para controlar la población de lobos ya que, incluso, temen porque pueda producirse alguna desgracia personal con ataques a las personas.

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