El minifundismo forestal en manos privadas impide explotar 215.502 hectáreas en León

La provincia de León tiene una extensión total de 1.559.114 hectáreas, de las cuales el 70%, es decir, 1.092.215 hectáreas, corresponden al uso forestal, según datos del último Inventario Forestal Nacional. Este dato, representa la mayor superficie a nivel nacional y todo un filón económico para la provincia. De hecho, la demanda de madera está en aumento, por ser un material más sostenible frente a los empleados en la construcción tradicional.

Pero además, los montes son capaces de generar otro tipo de beneficios de los que se aprovecha el conjunto de la sociedad, como son la fijación de carbono, la fijación de suelo, la regulación del ciclo hidrológico, la biodiversidad; los denominados servicios ecosistémicos.

El problema para sacar la máxima rentabilidad a este recurso es la acusada fragmentación de la propiedad forestal, en la que impera el minifundismo. En León, de las 1.092.215 hectáreas forestales, 638.819 hectáreas son de titularidad pública, y el resto, 452.394 están en manos de propietarios privados o son de origen desconocido.

Según datos de FAFCYLE, de esas 452.394 hectáreas 215.502 está gestionadas por 157.061 propietarios, que tienen parcelas con un tamaño medio de 1,4 hectáreas, medida muy lejana a lo que se considera rentable, ya que se la unidad forestal productiva mínima se estima en las 100 hectáreas.

Para luchar contra esa atomización que puede poner en peligro este incipiente yacimiento económico y social en la provincia, la Junta de Castilla y León presentó esta semana los proyectos SMALL4GOOD y SMURF, aprobados por la Comisión Europea con los que movilizará casi 13 millones de euros para aportar soluciones al problema del minifundio forestal europeo.

La Comisión Europea estima que en la Unión Europea existen más de 20 millones de explotaciones forestales, con una dimensión media inferior a las 10 hectáreas, lo que dificulta la implementación de prácticas de gestión adecuadas.

En Castilla y León el problema aún se agrava más, dado que los 5,1 millones de hectáreas de superficie forestal, 1,2 millones de hectáreas están en manos de 700.000 propietarios con una superficie media 1,6 hectáreas de propiedad, por lo que desde la Junta se calcula que entre 1,7 y 1,2 millones de hectáreas forestales son improductivas y, lo que es peor, tienen más riesgo de sufrir un incendio por su falta de explotación.

Según datos de Fafcyle, el minifundio forestal impide su aprovechamiento ya que tienen escaso valor y difícil reconocimiento de la propiedad.

Lo que viene a ser una buena noticia es que la superficie forestal en León se ha incrementado notablemente en los último 20 años, pasando de las 1.010.105 hectáreas en 2002 a las 1.092.214 actuales, lo que representa un incremento del 7,5%.

Actualmente, Castilla y León dispone de 790.000 hectáreas de superficie forestal certificada con los más exigentes niveles de calidad, en el marco del Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal (PEFC), que garantiza una cadena de custodia que permite identificar la madera gestionada de forma sostenible, lo que contribuye al mantenimiento del valor del bosque no sólo como recurso económico sino también como soporte de biodiversidad.

La previsión de la Consejería de Medio Ambiente es llegar a las 900.000 certificadas en Castilla y León en esta legislatura.

Esas 790.000 hectáreas certificadas están gestionadas por 174 selvicultores y gestores forestales, de los que 36 se encuentran en la provincia de León, dentro de los cuales están adscritos la Junta de Castilla y León, Somacyl, varios ayuntamientos, así como otros selvicultores que gestionan sus montes privados, la mayor parte de ellos integrados en las asociaciones de Fafcyle.

El último Inventario Forestal Nacional hace una valoración económica de los servicios prestados por el medio forestal, lo que permite cuantificar, en términos monetarios, el incremento de bienestar que experimenta la sociedad gracias a los mismos.

De esta manera se determina el valor de los principales bienes y servicios que presta la naturaleza y que, sin embargo, habitualmente carecen de precio de mercado o cuyo precio refleja escasamente la función o servicio prestado, circunstancia que conduce al empleo de técnicas de economía ambiental para la definición de estos valores.

Según este inventario las 1.091.214 hectáreas forestales d León tienen un valor social que alcanza los 464 millones de euros al año. El valor social de las cosas cuantifica las preferencias de la sociedad en su conjunto, y en ningún caso debe entenderse como un valor en venta de los recursos naturales.

Los melojares, los pinares de pino albar, los bosques mixtos de frondosas autóctonas en la región atlántica y los hayedos son los que más valor social reportan, mientras que las mezclas de coníferas, el pino pinaster o el monte son los recursos forestales con menos valor.

Por otro lado, la superficie forestal de León genera al año 60.907.542 toneladas de biomasa arbórea y es la responsable de fijar 30.453.771 de carbono a la atmósfera.