Los grupos parlamentarios del Principado de Asturias no se creen las explicaciones de la consejera
La oposición impulsa una comisión de investigación por el accidente de Cerredo
Los parlamentarios creen que en la consejería están pasando «cosas muy extrañas»

Guardias civiles en la bocamina de Cerredo, en Asturias, donde ocurrió el accidente el 31 de marzo.
El PP y el Grupo Mixto han pedido oficialmente este lunes crear una comisión de investigación en el parlamento asturiano que permita esclarecer las circunstancias que han rodeado al accidente ocurrido el pasado 31 de marzo en la mina de Cerredo, en el que murieron los leoneses Jorge Carro, Rubén Robla, Amadeo Bernabé, Ibán Radio y David Álvarez y otros cuatro mineros resultaron heridos a causa de una explosión de grisú. Así lo han avanzado el presidente del PP en el Principado, Álvaro Queipo, y el diputado de Foro, integrante del Grupo Mixto, Adrián Pumares, que ven «necesario» constituir y poner en marcha «lo antes posible» esta comisión de investigación en la Junta General.
La comisión de investigación busca que «se aclare todo lo ocurrido en los últimos años en la Consejería de Industria, en concreto sobre la «minería del carbón», con el objetivo de «saber todo lo ocurrido, lo que no se hizo y se debería haber hecho para que no vuelva a repetir algo como lo vivido en los últimos días», ha dicho Queipo.
Pumares ha defendido la puesta en marcha de la comisión de investigación parlamentaria por la «necesidad» de saber «qué está pasando» en la Consejería de Industria, donde ocurren «cosas muy extrañas», y cuya titular, Belarmina Díaz, hizo que se viviera en un «auténtico escándalo» en la Junta General con su «falta de respuestas».
Todos los grupos de la Junta General del Principado, salvo el socialista, han dado por fallidas las explicaciones trasladadas desde el Gobierno autonómico sobre este siniestro, incluido IU-Iniciativa por Asturies, que forma parte del Gobierno de coalición que preside el socialista Adrián Barbón.
La consejera de Industria y Transición Ecológica del Principado de Asturias, Belarmina Díaz, confirmaba el pasado viernes que se sacaba carbón de manera ilegal de la mina de Cerredo, en la que los inspectores descubrieron dos huecos, uno de 18,2 metros y el segundo de 24,6 metros , con una altura aproximada de unos 25 a 30 metros y aproximadamente 0,8 de anchura en el nivel tercero de la explotación, el mismo en el que se produjo la explosión, siendo una zona donde la empresa Blue Solving solo tenía permiso para recoger materiales y no para picar y sacar mineral.
La consejera también confirmó que Blue Solving no tenía tampoco permiso para extraer carbón en otros pisos de la mina de Cerrero ya que no se había activado, aún, ese permiso de extracción vinculado al Proyecto de Investigación Complementario. A esto se sumaría, según las explicaciones aportadas, las supuestas «malas condiciones» en las que trabajaban los mineros, que calificó de «indescriptibles». «Ni en el peor de los chamizos», afirmaba en ese momento.
Tras el accidente, el Gobierno asturiano acordó la puesta en marcha de una inspección para evaluar el funcionamiento del Servicio de Minas que se puso en marcha este lunes.