Diario de León

ELENA CANCELAS CUELLAS MONITORA DE ESQUÍ

«Es una vergüenza que no se esté ampliando todavía Leitariegos»

Elena es una de las monitoras de la Escuela de Esquí de Leitariegos que comenzó esta temporada a impartir clases de esquí. Antes de este trabajo se dedicó a restaurar fachadas, sin utilizar andamios para

En la imagen, Elena Cancelas, monitora de esquí de Leitariegos

En la imagen, Elena Cancelas, monitora de esquí de Leitariegos

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Cristina Vergara Corresponsal de VILLABLINO.
León

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-¿Cuándo comenzó a impartir clases de esquí? -Ésta es la primera temporada que imparto clases de esquí en la estación invernal de Leitariegos. Siempre me ha gustado esquiar, lo practico desde que era pequeña, y disfruto muchísimo enseñando a las personas que quieren iniciarse en este deporte o perfeccionar su técnica. Por eso, cuando me ofrecieron este trabajo acepté sin pensármelo dos veces. -¿Qué tal la temporada de esquí en Leitariegos? -Muy bien, hacía un montón de años que no se daba una temporada tan buena. Este año nevó bastante y el número de esquiadores aumentó considerablemente respecto a temporadas anteriores. Lo único que faltó fue que no se hubieran reanudado las obras de ampliación de la estación para subir la cota y poder funcionar al 100%. -¿Qué opina sobre la polémica surgida por el bloqueo de las obras de ampliación? -Me parece una vergüenza que por temas políticos lleven cinco años paralizadas las obras de ampliación, con el consiguiente perjuicio económico que está causando, tanto para Laciana como para Cangas del Narcea. Es una vergüenza que no se esté ampliando todavía la estación. Pero los lacianiegos nos tenemos que implicar más, que sólo nos quejamos cuando hay nieve y nos acordamos de las posibilidades de la estación. -¿Cuánta gente asiste a las clases que imparte su escuela de esquí? -Los cursos, tanto de iniciación, perfeccionamiento o profesionales se imparten continuamente y cuentan con una gran afluencia de personas de todas las edades, desde los 5 años hasta los 70, e incluso algunas de ellas tienen que quedarse fuera al estar las plazas limitadas. -¿Para esquiar es necesario poseer alguna habilidad especial? -No, depende de la capacidad de aprendizaje de cada persona. El esquí es un deporte que no tiene limitaciones y que puede ser practicado por cualquier persona incluso con algún tipo de deficiencia física. Lo más importante es practicar mucho, tener ganas de aprender y disfrutar de la nieve. Las clases de iniciación que impartimos pretenden enseñar al esquiador a defenderse en la nieve, girar, frenar y poder reaccionar ante cualquier obstáculo, además de mantener el equilibrio. Y en las de perfeccionamiento, todo se basa en la técnica. -Antes de ser monitora de esquí, ¿a qué se dedicaba? -Además de la hostelería, trabajé durante un tiempo en una empresa de trabajos verticales realizando el mantenimiento y restauración de fachadas, patios interiores, tejados y demás. -¿En qué consistía ese trabajo? -Pintar y restaurar fachadas sin necesidad de andamios, reparar tejados y otros trabajos exteriores. Para ello, colocábamos en el tejado del edificio una instalación con cuerdas, por la cual me colgaba para deslizarme por la fachada y realizar el trabajo. -¿No cree que es un trabajo arriesgado para una mujer? -No si se toman las medidas de seguridad adecuadas. Este trabajo tiene la misma dificultad tanto para un hombre como para una mujer. Además, creo que lo puede desempeñar tan bien o mejor que un hombre cualquier mujer que no tenga vértigo y sea fuerte física y mentalmente. -¿Qué tal la relación con sus compañeros de trabajo? -Bien, aunque las primeras semanas tenían recelo hacia mí por ser mujer. Era como si les estuviera quitando el prestigio, poniendo en duda que este trabajo ya no era tan difícil por el hecho de ser realizado por una mujer. Después de un tiempo se dieron cuenta que hacía mi trabajo como ellos y la relación se normalizó. Al final tuve que dejar el trabajo por una lesión en un dedo que me obligó a pasar por el quirófano.

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