«Dios es algo más que ese papá bueno»

Antonio Díez es el nuevo párroco de la iglesia de San Miguel. Su tarea pastoral la desarrolla también en Orallo y en la parroquia de Santa Bárbara. -¿Desde cuándo es usted párroco de esta iglesia? -Desde el pasado 14 de septiembre, festividad del Cristo de las Rozas, para cubrir en esta parroquia el puesto dejado por Juan Jesús, el anterior párroco. -¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo el ministerio sacerdotal? -El 14 de julio de 1991 me ordené sacerdote y mi primera tarea pastoral la he desarrollado en el municipio de Valdelugueros. -¿Cuándo surgió su vocación sacerdotal? -La vocación no surge por generación espontánea, sino poco a poco. Estaba estudiando en la facultad de Farmacia en Salamanca, con poca ilusión y buscando mi sitio, cuando se me ofreció la posibilidad de colaborar con una parroquia, algo que llevaba haciendo desde niño. Ahí, conociendo a los seminaristas, sentí la llamada y decidí entrar en el seminario mayor, donde cursé estudios eclesiásticos durante seis años. Descubrí que Dios es algo más que ese papá bueno que te dicen de pequeño. -¿Qué le motivó a entrar al seminario mayor? -Responder a mi propia necesidad de descubrir un sentido a mi vida y también a las necesidades de la gente, intentando ayudarles interiormente. -¿En qué consiste su trabajo pastoral? -Además de los oficios religiosos en las parroquias de San Miguel y Orallo, mi trabajo está encaminado sobre todo a mirar en el interior de lo que hay detrás de las cosas, intentar sentir lo que la gente siente, descubrir sus necesidades, saber que piensan y como puedo ayudarlos en la tarea de crecer y, como no, de conocer el sentido de vivir. -¿Cuáles son sus objetivos para esta parroquia? -Conocer a la gente, descubrir sus necesidades y contribuir a que sean conscientes de que pueden hacer algo positivo por los demás.