¿Y ahora, qué?

NOS HABÍAMOS QUEDADO la pasada semana en la dimisión del máximo mandatario municipal, Angel Crespo que, como todos reconocerán, posiblemente en el poco tiempo que desempeñó el cargo, haya sido el que menos colaboró en el actual estado catastrófico en que se encuentra el consejo lacianiego. Pues, habría que ser muy zoquete para responsabilizarle de algo en el que todos sus antecesores han puesto no su granito de arena, sino toneladas de la misma. Analizando las diversas declaraciones al respecto realizadas desde todos los ámbitos, podemos observar que el, posiblemente necesario gobierno tripartito que se reclama desde diferentes lugares, parece ser inviable, ya que desde el PP, a través de su edil Suárez Pastor, se pone de manifiesto que «la izquierda lacianiega que nos ha metido al pozo que nos saque de él y si no saben que nos dejen intentarlo al centro derecha». Comenzando así, parece que cualquier atisbo de solución pactada por parte de los tres partidos con representación municipal, estaría descartada. No es consciente el representante de esa supuesta centro-derecha que, gran parte de culpa de lo que hoy ocurre en Laciana lo tiene una inexistente reconversión minera, llevada a cabo por el gobierno Aznar, donde muchos de los mineros destinados a la misma acabaron alicatando las márgenes de los ríos capitalinos; el mamotreto-hospital lacianiego continúa sin funcionar y aún se desconoce para qué servirá; y el total incumplimiento de las leyes medioambientales por la delegación de la Junta, concediendo la ocupación de los protegidos montes lacianiegos por parte de MSP, es total responsabilidad del PP, aunque, rizando el rizo, desde Laciana él se opusiera a tales explotaciones. Si ya se comienza pasando del tema y no poniendo nada de su parte, cuando deberían de reconocer su parte de culpa, mal empezamos. Desde el PSOE, por otra parte, dice su secretario provincial, Miguel Martínez que, una vez elegido el nuevo regidor «hablaremos seriamente sobre cielos abiertos». Posiblemente quiere decir lo que dice, que con anterioridad nunca han hablado seriamente del tema. Izquierda Unida, también debería de explicar qué ocurrió con los millones que MSP iba a dar al Ayuntamiento en aquellos pactos que iban a ser tan beneficiosos para Laciana. Lo cierto es, que entre todos la matamos y ella sola se murió. El valle de Laciana lleva en lenta agonía desde hace muchos años, demasiados quizás. El concejal de Medio Ambiente, Abel Díaz, parece que por fin pone el dedo en la llaga y dice lo que desde esta columna de opinión llevamos siete años repitiendo hasta la saciedad, que hay que investigar, hay que hacer un seguimiento de los dineros que tan incontroladamente han llegado a Laciana desde diferentes organismos. No se comprende, que una empresa reciba subvenciones millonarias año tras año y no haya ningún tipo de control hacia donde se dirigen las mismas. Pues esto lleva ocurriendo con MSP desde que los actuales gestores se hicieron cargo de la «empresa». Será hora ya de que alguien le ponga el cascabel al gato e investigue por qué llegan tantos millones de euros a Laciana y, a pesar de ello continúa su declive cada día que pasa. No obstante, se equivoca Abel Díaz cuando dice que existen actualmente 3.500 mineros, cuando la cifra, posiblemente no se acerque ni a los 1.000. Y en claro descenso... Sea como fuere, la solución, ya que el PP no quiere contribuir a reparar el daño causado a Laciana, ha de pasar por un gobierno PSOE-IU, con una persona al frente capaz de coger al toro por los cuernos y comenzar aquella prometida reconversión, pero que no sea más de lo mismo, que no esté basada como ahora en la destrucción del empleo, sino en todo lo contrario. Que IU y PSOE busquen el consenso necesario, y que nunca antaño existió, para sacar al valle del atolladero... Posiblemente la historia se lo agradecerá...