La policía detiene a dos personas por presunta imitación de marroquinería

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron el pasado fin de semana a M.V.S. y J.S.P., de 35 y 38 años, como supuestos autores de un delito contra la propiedad industrial, consistente, presuntamente, en la imitación de productos de marroquinería. Siempre según la Jefatura Superior de Policía de Castilla y León, «la investigación se produjo a raíz de una denuncia de la sociedad titular de las marcas registradas al comprobarse que varios establecimientos de Valladolid comercializaban carteras y monederos que imitaban» las citadas marcas. La policía señaló que «dichos productos eran importados y comercializados desde Astorga» por una empresa «dedicada a la fabricación, importación y venta de artículos de marroquinería», y que «dicha firma importaba los productos desde China y los comercializaba a diversos puntos de España». Los agentes, pertenecientes a la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valladolid y el Grupo de Investigación de la comisaría de Astorga, se incautaron de unos dos mil setecientos productos de marroquinería de calidad, como carteras, monederos, llaveros o agendas. La operación fue simultánea en Valladolid y Astorga. En esta última ciudad los agentes practicaron tres registros en locales de la empresa, y confiscaron 2.589 productos. El responsable de la empresa fue detenido. En Valladolid la policía registró tres establecimientos pertenecientes a una misma sociedad, a los que intervino el resto de productos incautados, así como más de doce mil setecientas bolsas y pegatinas «que también reproducían las marcas registradas». El administrador único de la sociedad fue detenido por un supuesto delito contra la propiedad industrial. El valor de los efectos decomisados habría ascendido a unos ciento noventa mil euros si hubieran salido al mercado. La empresa se explica La empresa astorgana manifestó ayer «que en la importación y distribución de sus productos se ha ajustado siempre a la más estricta legalidad, amparándose, en concreto, en los derechos de propiedad industrial conferidos a su favor por la Oficina Española de Patentes y Marcas». Además, añadió «que, ante los daños que de esta situación se le están irrogando, se reserva el ejercicio de cuantas acciones pudieren asistir a sus derechos e intereses».