Diario de León

La descarga de remolacha permanecerá abierta dos horas y media más que en otras campañas

El nuevo punto fijo obliga a Ebro a alargar el horario de entrada de raíz

La empresa prueba desde este martes la nueva recepción, construida en los últimos meses

La nueva maquinaria ha sustituido a los silos en los que se almacenaba la remolacha

La nueva maquinaria ha sustituido a los silos en los que se almacenaba la remolacha

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A. Domingo - la bañeza
León

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Azucarera Ebro aumentará en dos horas y media el horario de recepción de remolacha en la campaña que comenzará el próximo mes. De esta manera, los transportes de raíz comenzarán a entrar en la fábrica a las seis de la mañana -una hora más tarde lo hacían en campañas anteriores- y se cerrará la recepción a las once y media de la noche , una hora y media más tarde que el año pasado, según manifestaron ayer fuentes de la empresa. La ampliación del horario se debe a la construcción de la descarga en seco o punto cero de recepción de remolacha, obra que se inició en abril, con la demolición de los silos, y que el martes entró en fase de pruebas, a fin de que esté listo para comenzará la campana 2008-2009. Desde Azucarera Ebro se indicó ayer que «aún nos quedan unos días para pulir y corregir» el funcionamiento de la entrada de materia prima en la fábrica. El incremento del horario de recepción se debe, explicaron las mismas fuentes, a «un ritmo más lento en la entrega» que el que proporcionaban las planchas. El ritmo menor de entrada de remolacha supone, sin embargo, una mayor calidad de la raíz: «se busca almacenar la menor cantidad de raíz posible para que no se estropee. Lo que pretendemos es que la remolacha pase de la cinta a la molienda, al menos en su mayor parte». La empresa sostiene que la mayor lentitud en la recepción «no afecta al agricultor», en una fábrica que ha sido la última de Azucarera Ebro en instalar este sistema de recepción. Menor consumo El punto fijo supone un menor consumo de agua en la factoría y, por tanto, un menor volumen de depuración y de vertido. Por otra parte, el sistema supone un pequeño ahorro energético. Hasta la primavera pasada, la remolacha se descargaba mediante unas planchas que hacían bascular los camiones o sus remolques. La raíz pasaba entonces a los silos, almacenes al aire libre, y entraba en el proceso de producción mediante el uso de chorros de agua a presión, que generaban una corriente en la que la remolacha flotaba. Desde la factoría se subrayó ayer el «tiempo récord» en el que se han realizado las obras del punto cero de recepción: «En abril se inició la demolición de los silos y estamos en pruebas esta semana, que ya es correr». La empresa solicitó a principios de este año licencia para la demolición de los silos -uno de ellos se destruyó antes de finalizar la última campaña-, y, una vez que la Junta de Castilla y León otorgó la autorización ambiental para las nuevas instalaciones, se presentó el proyecto técnico de la obra, valorada en 6.551.000 euros, a los que se sumaban otros 209.550 euros para depuración de aguas.

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