Perdón y mucho más

Martes de Perdón. Un día no sólo para ver procesiones, sino para reflexionar en voz alta. El acto de perdonar tiene mucho que ver con el verdadero sentido de la Semana Santa. Y León ofrece un acto de grandeza con la liberación de un preso. La cofradía del Santo Cristo del Perdón lo escenifica a las puertas de la Catedral, ante el «Locus Appellationis», en el mismo lugar donde ya en el siglo XI se administraba justicia, según reconoce el Fuero Juzgo del Reino de León.

La cofradía ferroviaria no reclama justicia, sino misericordia. De todas las historias que he vivido año tras año, me quedo con la de Bernabé Espinal Mamatí, un boliviano que fue liberado en el año 2007. Su drama personal me conmovió. La pobreza le empujó a transportar en su cuerpo un paquete de cocaína a cambio de 4.000 euros. Fue detenido en Barajas.

«El abuelo», como le bautizaron en la cárcel de Mansilla, voló a las pocas horas rumbo a su país. La cofradía del Perdón fue para él la tabla de salvación, como para el resto de historias inolvidables.

La cofradía del Santo Cristo del Perdón no ha perdido desde su fundación, en 1964, el carácter de barrio. La iglesia, cuyo frente mira a las vías del tren de la antigua estación, se mantiene como el centro de la vida de La Vega. Es, en ese sentido, un buen ejemplo para quienes creen que ser papón sólo es vestirse el día de la procesión.

Los pasos del Perdón no son los más valiosos, pero dejan claro que una buena causa mueve siempre montañas. Y por segundo año, su regreso lo podrán hacer ya sin las vías del tren que cortaron la ciudad en dos, y que tanto condicionó la vida diaria de la zona durante décadas.

A las 20 horas, desde Santa Nonia, saldrá otra procesión, Dolor de Nuestra Madre, de Angustias y Soledad.

Primero saldrá la Virgen de las Lágrimas y después Nuestra Señora de las Angustias. Y a continuación, la Soledad, esta vez en dirección al nuevo León: Santa Nonia, Arquitecto Torbado, Plaza de las Cortes, Calle Fuero, Plaza de la Pícara Justina, Burgo Nuevo, Independencia, Plaza del Ayuntamiento, Teatro, Rúa... Hasta las Concepciones en la que tendrá lugar el canto de una oración, para seguir por San Francisco de vuelta a Santa Nonia.

Y cierra la noche del Martes Santo el Tradicional Calvario o Vía Crucis Leonés Cantado. A las 20,30, en la iglesia conventual de San Francisco el Real de los Padres Capuchinos.

En el interior de la iglesia del convento, los hermanos del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio harán las 14 estaciones ante las cruces penitenciales, que presidirá el titular de la cofradía portado a hombros. Todo, en esa iglesia con tanto sabor franciscano. El acto concluirá con el solemnísimo besapié al Santo Cristo de la Expiración.

La noche nos aguarda muchas emociones. Ojalá no llueva en este Martes Santo.