Jesús Divino Obrero suspende entre lágrimas El Encuentro ante la amenaza de lluvia

Fue el presidente de la Hermandad de Jesús Divino Obrero, Vicente Alonso, el encargado de anunciar a todos los hermanos a las 9.15 horas que la procesión del Encuentro se suspendía ante la amenaza de lluvia. Después de consultar los servicios metereológicos y contemplar los persistentes nubarrones negros del cielo, no tuvieron más remedio. Las intensas precipitaciones del sábado ya obligaron a la Hermandad a suspender la procesión de la Soledad, después de que todos los tronos ya estaban montados y la flores colocadas. El presidente reconoce que este año no han tenido suerte y que les ha prometido «el doble» a los hermanos para el 2004. Dice también que hubo lágrimas en los rostros de los papones y en los de él mismo al dar la noticia de la suspensión. Acudieron, eso sí, a la misa pontifical que cada año se celebra en la Catedral el Domingo de Resurrección tras el Encuentro de la Soledad y el Resucitado. Presidida por el obispo de León, Julián López, contó con la presencia no sólo de los responsables de Jesús Divino Obrero y sus hermanos, sino con representantes de las otras quince cofradías de la capital y del concejal de Turismo, Jesús Cantalapiedra, en nombre de la Corporación municipal. La plaza de Regla se quedó este Domingo de Resurrección sin el emotivo Encuentro entre la Madre y su Hijo, con la suelta de palomas, el repique de las campanas de la Pulchra y la ceremonia del cambio del manto enlutado por uno blanco. Además, de los sones del Himno a la Alegría. Tras el descanso, la procesión sale siempre con los hermanos sin capillo y continua de forma conjunta por el centro de la ciudad y El Ejido.