Peñacorada apuesta por cada alumno
El centro considera «único» a cada uno de sus estudiantes y ofrece formación personalizada
La metodología Montessori se basa en un modelo sensorial y activo para afianzar el aprendizaje. DL
El colegio Peñacorada es un centro educativo en el que se acompaña a cada uno de sus alumnos, desde el primer ciclo de Educación Infantil, que comprende desde los 0 a los 3 años, hasta la etapa de Bachillerato. «Durante todo el itinerario educativo vamos proporcionando a nuestros alumnos las habilidades y competencias necesarias para afrontar los desafíos que se vayan presentando en cada momento de la vida», explica el director, Luis José Cillero, quien añade que el Colegio Peñacorada está comprometido «con los alumnos y sus familias para ofrecer una educación personalizada». Por este motivo, emplean «todos los esfuerzos para que crezcan siendo buenos profesionales y mejores personas, trabajando de forma transversal la excelencia académica; la educación en valores; los idiomas y la innovación educativa. Pudiendo abordar las capacidades y talentos correspondientes a cada etapa de su desarrollo», añade.
Peñacorada quiso desde sus inicio facilitar el acceso al centro de los alumnos de la provincia de León por lo que cuenta con un servicio de rutas de bus al colegio desde La Bañeza, Santa María del Páramo, Carbajal y también desde Benavente, en la provincia de Zamora.
La Educación Infantil en Peñacorada se caracteriza por ser sensorial y deductiva. «Tratamos que los alumnos alcancen los conocimientos tras una exploración en la que deben hacer uso de todos los sentidos. Se trata de una metodología activa, basada en la observación, la investigación, el juego, las manualidades, el ritmo personal», señala Cillero sobre el Método Montessori que se aplica en el centro al 100% mediante un profesorado cualificado y experimentado para la obtención de los máximos resultados.
Peñacorada desde su fundación se caracteriza por ser un centro especializado en «edades tempranas» en las que el niño adquiere una preparación en la que se potencian los aspectos básicos como la movilidad, el lenguaje, la autonomía y la seguridad. «Considerando que la edad de 3 a 6 años es crucial para el desarrollo de las capacidades del niño, para su futuro éxito académico y madurez personal y que la cantidad y calidad de los estímulos que recibe determinan el grado de desarrollo neurológico del cerebro, en Peñacorada ponemos todos nuestros esfuerzos en que esta se convierta en una etapa llena de aventura y conocimiento», concreta.