Una novela desmesurada

S eiscientas páginas y el capítulo de ‘Agradecimiento’, que abarca página y media, justifican el calificativo, desmesurada, del epígrafe inicial, junto con el detallismo con que la novela está elaborada. Y, especialmente, los capítulos destinados a describir la estancia de Alicia y sus hijas en la Robin Island, en Cape Cod, Massachussetts. Tal vez, si Sánchez Arévalo no hubiera descrito tantas peripecias humanas allí, la novela se hubiera aligerado considerablemente.

Las cinco partes desarrollan el argumento, que responde a un locus temático tratado con frecuencia en la Literatura. Chris, un experto conductor de coches, y persona de excelente condición humana, como el lector comprobará al final de la obra, muere en un accidente de coche «sospechosamente lejos de donde debía estar». Chris es feliz marido de Alice, padre de Olivia y de una niña que está en camino. La obsesión de Alice hace de ella otra mujer, obsesionada por saber qué le ha ocurrido realmente a su marido, como se comprueba en los mapas y en los dibujos que la novela ofrece. El lector descubrirá la clave en la parte final de la novela, especialmente a través de la carta que Bárbara envía a Alice, aclarando la delicada situación por la que Chris pasó, que ennoblece su forma de ser.

El recorrido de Alice buscando a su marido, la lleva hasta Robin Island, «la isla del petirrojo», preocupada doblemente: por la salud mental de Olivia su hija y de la criatura que llegará y la muerte de Chris. Tal vez este minucioso desplazamiento y estancia desvirtúan la novela: son escenarios nuevos, personajes distintos, relaciones sentimentales basadas en el buenismo, apellidos anglófonos, acotaciones personales de curiosa interpretación… Tal vez, demasiados elementos para asimilar en una obra cuyo contenido carece de tantas implicaciones. Hasta Clinton, el ex presidente de los Estados, aparece por esas tierras. Determinadas confesiones entre los personajes avalan la condición de gran persona de Chris, lo cual dignifica el desenlace de estas páginas.