Retrato de la Barcelona del XIX

C on la muerte de Carmeta se investigan otros y diversos hechos luctuosos. ¿Guardarán alguna relación con mosén Cintio Verdaguer? El célebre sacerdote y escritor, «pudiendo haber vivido sin dificultades bajo la protección de un marqués, se ha pasado la vida entre pordioseros, espiritistas y endiablados», circunstancia que la ciudad entera conocía, puesto que muchos de estos personajes pululaban a su alrededor. Cobran especial relevancia en la trama el médico Apolinar Bohígas y el comerciante Ricardo Seixas que, ahora residente en Oporto, había crecido en Barcelona y se convirtió en blanco de las sospechas. Con estos y otros personajes de impecable silueta se crea un escenario de pasiones, venganzas, amores, crímenes… que, envueltos en una acción trepidante, suponen un atractivo acercamiento a la Barcelona del siglo XIX, con un notable acercamiento de aquella realidad convulsa motivada por la enrarecida situación social y política del momento. Con varias acciones paralelas —no falta el sesgo policíaco, la presencia de lugares y personajes históricos, historias de amor, desdoblamiento de personalidad, el complejo desarrollo de la medicina…—, el desenlace, por imprevisto, es explosivo, cualidad que convierte la narración en sumamente atractiva.

La novela, original en sus planteamientos y muy trabajada en la forma, puede ser objeto de un análisis muy complejo, dado que desarrolla un abanico temático, perfectamente sincronizado y entretejido, que remite al lector de una sorpresa a otra, de un aliento lector a otro, sin que decaiga en ningún momento el interés y el suspense, provocando una lectura sin interrupciones.

En el señalamiento de sus bondades no podría olvidar la riqueza y la precisión lingüísticas, que se amolda a la época novelada. Y la intensidad con que unos hechos remiten a otros, en una serie de cascadas sucesivas que llevan al lector de una sorpresa a otra?.