Sosa Wagner pinta un ácido retrato de la universidad

La opaca selección del profesorado, la arcana elección del rector, la obsesiva obtención de cargos y prebendas, las consuetudinarias zancadillas de los vicerrectores y de los vices de los vices, el imparable despliegue del personal de administración y servicios, las eternas reuniones de juntas, comités, comisiones y observatorios, la misteriosa concesión de doctorados ‘honoris causa’, las peleas tribales por los proyectos de investigación, la peregrina lectura de algunas tesis doctorales, el lucrativo negocio de los másteres, los eternos intereses gremiales de la conferencia de rectores, la tan cacareada autonomía universitaria, el insondable papel de los sindicatos… todo ello rebosa en la ejecutoria de Adalberto, el hombre sin atributos y joven profesor universitario de provincias, protagonista de esta moderna y políticamente incorrecta novela picaresca, el regreso a la ficción de Francisco Sosa Wagner.

La obra, subtitulada Aventuras, donaires y pendencias en los claustros es un retrato ácido de la Universidad española, alejado de la palabrería rectoral, pintado con colores tersos por el pincel irónico e implacablemente plástico del profesor Sosa Wagner, catedrático, escritor, ensayista, político y profesional que estuvo vinculado a León durante muchos años. «El resultado es una hiperrealista naturaleza, aún no muerta pero sí claramente moribunda», subrayan desde la editorial Funambulista.