Jesús Carrasco y el mundo rural

miguel lorenci

J esús Carrasco (Olivenza, Badajoz, 1972) ganó el Premio Biblioteca Breve de novela, dotado con 30.000 euros y que falló su 66 edición. El narrador extremeño se lo adjudicó por unanimidad con Elogio de las manos , otra inmersión en el mundo rural en la que el jurado vio «una luminosa celebración de una vida sencilla en tiempos de aceleración y falta de sentido». Para su autor es «un hermoso homenaje al trabajo manual y a los valores que se transmiten de padres a hijos», al tiempo que «un elogio del error». Fiel a su estilo preciso, con tanto lirismo como exigencia, Carrasco aborda en su cuarta novela temas universales, como la muerte, el amor, la educación o el paso del tiempo. Lo hace con «ternura, ligereza y mucho humor», según sus editores. «Mi verdadera vocación es la comedia», confesó.

El jurado destacó la originalidad de «una parábola sobre la importancia del trabajo manual como origen último del arte». Elogió «la riqueza de una prosa tan precisa como emotiva» de una novela «curativa y luminosa».

Narra el proceso de restauración de una casa en el campo que redimirá a la familia que la ocupa. «Una gran obra, y no solo un buen libro», afirmaba el acta del jurado que firman Pere Gimferrer, Rafael Arias, Lola Pons, Rosario Villajos, ganadora del galardón en 2023, y Elena Ramírez, editora de Seix Barral. Ambientada en 2011, la novela alterna aventura, reflexión y también memoria.

El narrador y su familia llegan por azar a una vivienda ruinosa en un pequeño pueblo del sur de España. El propietario les permite habitarla hasta que disponga de financiación para construir unos apartamentos en el solar. El destino de la casa es el derribo, pero la familia pasará varios años en ella, reparándola con sus manos, transformándola en un acogedor lugar de encuentro y celebración.