Viajes en el tiempo. El éxito de 'Antes de que se enfríe el café'

Antes de que se enfríe el café’ (Plaza & Janés) nació como una obra teatral hasta que una editorial pidió a su autor, Toshikazu Kawaguchi, que escribiese una novela a partir de ella.
Antes de que se enfríe el café (Plaza & Janés) nació como una obra teatral hasta que una editorial pidió a su autor, Toshikazu Kawaguchi, que escribiese una novela a partir de ella. Esta serie de seis títulos se ha convertido en un rotundo éxito internacional y será adaptada a la pantalla en Estados Unidos. Traducida a 46 idiomas y con más de 6,5 millones de copias vendidas en todo el mundo, esta saga recoge diferentes historias que suceden en un recóndito café de Tokio en el que sus clientes pueden viajar al pasado mientras se enfría el contenido de su taza. Esta premisa está presente en todos los libros que Kawaguchi ha publicado y con los que ha alcanzado un éxito sin precedentes entre otras razones porque «narraba sentimientos comunes y ordinarios que pueden tener todas las personas», dice.
Pero los viajes al pasado llevan consigo unas normas que aquellos que decidan emprenderlos deben acatar. Por ejemplo, solo pueden encontrarse con personas que hayan visitado previamente la cafetería o que, durante el regreso al pasado, no pueden levantarse de la silla en la que tienen que haberse sentado para realizar el viaje. Al empezar siendo una obra de teatro, «si cambiamos mucho la ubicación, hay que cambiar mucho el escenario, por eso puse la condición de no cambiar de asiento», explicó Kawaguchi.
El resto de las condiciones nacieron de su imaginación, como es el caso de que «hagan lo que hagan en el pasado, no va a cambiar su presente», algo que deben tener muy en cuenta los personajes de cada relato. Es la manera que tiene el autor de incorporar realismo a esta obra plagada de fantasía. «No podemos cambiar el presente porque si cambiase la actualidad, le faltaría realismo a las historias», aseguró. La buena acogida que tuvo el primer libro de la saga en Japón cuando se publicó en 2015 hizo que una productora nipona llevara a la gran pantalla la primera entrega tres años más tarde.
El escritor que «pensaba hacer solo una novela» siempre busca que sus relatos tengan «algo con lo que los lectores puedan disfrutar y divertirse con risas pero que acaben con un poco de lágrimas», comentó durante la entrevista. Además, sus libros carecen de antagonistas. «Me dicen que no sale ningún malo en mis obras pero aún sin ellos se acaba llegando a una conclusión buena. No me di cuenta mientras lo escribía pero es mi estilo, me resulta más fácil», contó divertido. Los libros de Kawaguchi se enmarcan en un género en creciente auge: el ‘cozy fiction’ o ficción japonesa ‘amable’, que surge en un contexto en el que muchas personas viven con prisa, por lo que los libros aparecen como una especie de salvavidas para ayudarles a desconectar del ajetreo y de la sobrecarga informativa.
Al autor de ‘Antes de que se enfríe el café’ se unen otros novelistas como Satoshi Yagisawa, autor de Mis días en la librería Morisaki o Kenji Ueda.