Diario de León

Carla Gracia: 'Perfectamente imperfecta'

¿Qué pasa cuando la vida que tienes no se asemeja nada a la que habías soñado? ‘Perfectamente imperfecta’ es una novela inspirada en hechos reales que explica la historia de una madre que se hunde, lucha y renace mientras acompaña a su hijo

Carla Gracia presenta su nueva novela 'Perfectamente imperfecta'.ARNES

Pacho Rodríguez
Madrid

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Perfectamente imperfecta es una declaración de principios. Durante años intenté encajar, hacerlo todo bien, cumplir con lo que se esperaba de mí como madre, hija, profesional. Pero todo estalló con mi hijo Gael. Él no era perfecto, era distinto. Al principio, cuando íbamos al parque o a cualquier sitio y tenía comportamientos disruptivos, me pasaba el día disculpándome. Hasta que un día me harté. Dejé de pedir perdón por cómo era mi hijo y empecé a centrarme en cómo se sentía. Si él estaba bien, yo también. Y entonces entendí que eso también valía para mí. No soy perfecta. Pero no pienso seguir escondiéndome. Quiero vivir con todo: con lo roto, con lo que brilla, con lo que duele y lo que transforma. Perfectamente imperfecta es eso: un grito de libertad. Una forma de decir: «Esta soy yo. Y está bien así». Se lo dice Carla Gracia, autora del libro, a Ariadna Arnes en una entrevista en la que también señala que en Perfectamente imperfecta se ve una maternidad agotadora, pero profundamente real. Por eso llega la pregunta: ¿Qué te motivó a compartir esa parte tan íntima de tu vida? «Mi hijo hizo estallar todo lo que quedaba en mí de buena chica, de buena madre, de buena esposa. Con él era imposible quedar bien en ningún sitio. Era —es— disruptivo, y no podía evitarlo. Al principio me pasaba la vida disculpándome por su forma de ser. Hasta que un día me harté. Me dije que no tenía que disculparme más, porque mi hijo no tenía nada de lo que disculparse. A partir de ahí, empecé a centrarme en que él estuviera bien. Que los dos estuviéramos bien. Le gustará o no al resto del mundo. Nos han echado de tiendas, restaurantes, centros educativos, talleres, actividades extraescolares… Por moverse demasiado, por ponerse nervioso, por no encajar. Pero fue precisamente gracias a él que yo también dejé de intentar encajar. Me quité las máscaras, me bajé de ese pedestal absurdo de la perfección, y decidí vivir tal como soy. Los dos somos perfectamente imperfectos.

Perfectamente imperfecta es una novela inspirada en hechos reales que explica la historia de una madre que se hunde, lucha y renace mientras acompaña a su hijo neurodivergente en un mundo que no está hecho para la diferencia. Así surge la historia de Ruth. Ruth cree que por fin lo tiene todo bajo control: tiene un trabajo fijo en la universidad, una casa con jardín, dos hijos y un marido encantador. Pero todo empieza a tambalearse cuando su hijo mayor entra en crisis: ataques de pánico, noches sin dormir y la sensación de que alguien lo persigue. Los médicos hablan de rasgos del espectro autista. Y ella, que nunca ha sabido cómo va eso de ser madre, se encuentra sola y sin un manual de instrucciones al que agarrarse. Por si eso fuera poco, su madre —enferma, pero con una energía desbordante— anuncia que se va a casar con un playboy italiano, y la invita a una boda kitsch en un glamping de la Ametlla de Mar. En la novela se hace evidente la falta de preparación del sistema educativo para acompañar a niños neurodivergentes como Martí. «Aún estamos lejos. En el difícil proceso de encontrar el mejor encaje educativo para mi hijo, me di cuenta de que el sistema se tambaleaba por falta de recursos. Detrás de cada decisión, había sufrimiento: en las criaturas, en las familias, y también en los docentes y especialistas. Para intentar arrojar algo de luz sobre este tema, co dirigí con el padre de mis hijos, Albert Folk, un reportaje para el programa 30 minuts de TV3 centrado en la escuela inclusiva. Allí escuchamos voces muy diversas, pero todas coincidían en algo: hay voluntad, sí, pero faltan medios, formación, tiempo, espacios para acompañar… y, sobre todo, un cambio profundo de valores. No podemos quererlo todo. No podemos aspirar a liderar las pruebas PISA y, al mismo tiempo, lograr una inclusión real. Porque lo primero se enfoca en los resultados, y lo segundo, en el proceso vital de cada criatura. Una escuela verdaderamente inclusiva no consiste en tener a todos en la misma aula, sino en reconocer que no todos parten del mismo lugar, ni necesitan lo mismo, y actuar en consecuencia. En Perfectamente imperfecta quise mostrar esa tensión, ese dolor silencioso de tantas familias que sienten que sus hijos «estorban» en un sistema que aún no sabe mirar la diferencia como un valor. Pero también quise dejar abierta una puerta a la esperanza. Porque hay familias, profesionales y comunidades valientes que ya están sembrando otra manera de hacer».

Carla Gracia Mercadé (Barcelona, 1980) es doctora en Escritura Creativa por la Bath Spa University y profesora en la UIC. Ha publicado las novelas Siete días de Gracia —galardonada con el premio Alghero Donna de Literatura y Periodismo en la ciudad de Roma.

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