Riqueza de nuestra tradición oral

Una interesante introducción de la propia autora se convierte inicialmente en una reflexión sobre otra pérdida del imaginario colectivo, los monstruos en este caso, que «corren un grave peligro de desa-parecer porque la gente ya no los conoce -“son las palabras iniciales-, ni sabe cómo se llaman, ni qué forma tienen, ni dónde viven, ni cuáles son sus costumbres, ni cómo se convive con ellos». Por ello es necesario anticipar que estamos ante una lectura reconfortante, recuperadora, placentera. Y es que nuestros monstruos desaparecen «porque habitan lugares por donde ya no transitamos -“escribe en otro momento-: cuevas, montes, ríos, mares, aires, y que ensuciamos sin darnos cuenta del grave peligro que supone para los monstruos el deterioro de su medio natural». Han desaparecido, o están desapareciendo, definitiva y desgraciadamente, de nuestras vidas el basajaun, el cíclope, el culebro y la culebra, el enano, el gigante, el hombre lobo, la lamia, el oricuerno, la ninfa, la sirena, la arpía, el cuélebre, el dragón, el grifo, el nuberu, el tragaldabas, el duende, el hada, el hombre del saco. Estos monstruos que están desapareciendo «son los monstruos de nuestra tradición oral, los monstruos que habitaron nuestras cuevas, que cantaban junto a una fuente o a la orilla del río, que se bañaron en nuestros mares, que surcaron nuestros cielos, que se ocultaban en nuestros desvanes o hacían diabluras en nuestras cocinas».

En el acercamiento de estos seres especiales, la autora los agrupa en cuatro bloques: Monstruos de los bosques y cuevas, Monstruos de fuentes, ríos y mares, Monstruos de los cielos y Monstruos de casas y pueblos. Una breve introducción a cada uno de los monstruos, con sus características y significados, nos adentra, a continuación, en las diferentes historias que los tienen como protagonistas en la tradición de las diferentes comunidades autónomas.

Excelentes las ilustraciones de Jesús Gabán, llenas de color y de magia, sugerentemente misteriosas, ricas y de múltiples matices. La conjunción con el texto nos ofrece, en el conjunto, una edición magnífica en su materialidad y de largo alcance en el acercamiento a esos seres que poblaron tantos espacios y tantas infancias.