Diario de León

energías renovables. la apuesta por la biomasa

Impulsar la implantación de pequeñas plantas de producción de biomasa en núcleos urbanos reducidos para aprovechar los residuos de poda, los urbanos y los que genera la actividad agroganadera. Este es el objetivo del proyecto de investigación europeo que lidera un grupo de científicos leoneses del Instituto de Recursos Naturales.

La investigación se realiza desde el Irena que cuenta con tecnología avanzada.

La investigación se realiza desde el Irena que cuenta con tecnología avanzada.

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NURIA GONZÁLEZ | LEÓN

El Instituto de Recursos Naturales de la Universidad de León lidera un proyecto europeo de transferencia de conocimiento en materia energética que tiene como objetivo potenciar el uso de la biomasa para producir electricidad como energía alternativa y favorecer su implantación en los pequeños núcleos urbanos que aprovecharían sus propios residuos para la obtención de bioenergía.

El uso de biomasa es una asignatura pendiente en muchos ayuntamientos europeos. Sean del tamaño que sean, los municipios suelen tener una serie de recursos que pueden ser aprovechados desde el punto de vista energético en procesos térmicos con el fin de producir electricidad.

Así nace BIO-EN-ÁREA que coordina el Instituto de Recursos Naturales, dotado de la tecnología necesaria para avanzar en la producción de biomasa. Entre sus socios están agencias energéticas y ayuntamientos de España, Estonia, Grecia, Irlanda e Italia.

«Tratamos de favorecer el contacto entre diferentes grupos de trabajo de estas regiones participantes e intentaremos hacer públicos los resultados para los organismos regionales y municipales», explica Antonio Morán Palao, director del Irena y coordinador del grupo de trabajo. En otras palabras, «queremos que se vea que los casos que proponemos son prácticos y se puedan extrapolar sus experiencias a otros lugares», resume el investigador.

Además de coordinar el proyecto, el Irena realiza también un estudio sobre las mejoras técnicas que se pueden desarrollar en este campo aplicando las nuevas tecnologías. Esta investigación incluye el seguimiento de las tecnologías existentes para la valoración de la biomasa, como son los aprovechamientos térmicos, esto es, analizar el tipo de caldera que se emplea para la combustión de la biomasa.

BIO-EN-AREA, el marco de actuación de la investigación, se puso en marcha a principios de 2011 y tiene previsto ofrecer sus resultados en julio de 2012. Con una financiación global de Interreg, una iniciativa comunitaria de cooperación entre estados miembros, este subtrabajo prevé, en diferentes fases, la redacción de la metodología que cuantifique los recursos de biomasa, el estudio de las mejoras técnicas para su aprovechamiento, el cálculo de las mejoras propuestas, la integración de los resultados entre los diferentes participantes y la divulgación de los mismos.

Hay dos factores que se tienen en cuenta a la hora de realizar las propuestas de aprovechamiento. Uno es el entorno natural de cada país. «Necesariamente, los municipios participantes, por cuestiones geográficas, poseen diferentes tipos de biomasa, lo que afecta al rendimiento que se pueda extraer de las mismas», explica Antonio Morán. El segundo factor es el tamaño de la población. «Para cada tipo se preparan diferentes protocolos», añade.

Los municipios rurales se estudian con el principal punto de vista de ayudar a la decisión de preparar una instalación pequeña o central. Las ciudades pequeñas se analizan con la posibilidad de integración con sus zonas rurales y preparar su propia instalación. En las grandes ciudades, como León o Valladolid, se pretenden elaborar protocolos para la mejor técnica disponible para la biomasa producida en las áreas verdes del entorno urbano. En este sentido, los ayuntamientos de estas dos ciudades ya realizan actividades de aprovechamiento de la biomasa de sus jardines y podas.

De hecho, la investigación que se ha hecho en León ha comenzado a dar sus primeros frutos tras descubrir que los residuos del plátano ornamental, una de las especies arbóreas con mayor implantación en los parques y jardines, tiene muchas posibilidades de ser una excelente materia prima para la combustión.

De hecho, la conversión de la madera del plátano ornamental en pellets y astillas con destino a las calderas de biomasa es una investigación pionera en España.

Dentro de este macro proyecto se enmarca otra acción que lidera la profesora Xiomar Gómez. Tiene claro que la biomasa «tiene potencial para contribuir a un sistema energético más sostenible pero, sin embargo, aún es muy bajo y requiere de apoyo». Pone como ejemplo que en León está poco desarrollado en el ámbito ganadero a pesar del potencial de los residuos que genera el sector.

«En algunas regiones como España o Italia su uso es más común pero todavía queda mucho por hacer a nivel local», relata esta investigadora del Instituto de Recursos Naturales de la ULE.

Este proyecto tiene como objetivo presentar un estudio sobre el uso de biogás en cada región de los socios participantes y el futuro potencial para el desarrollo del biogás que aún es una energía «costosa y que exige una inversión que, hoy por hoy, no es rentable». Este informe servirá de base para la creación de centros regionales de biogás que nacerán en cada país.

Las entidades participantes son la Agencia de la Energía para el sudeste de Suecia, el Instituto de Recursos Naturales de la Universidad de León, Comunità della Valle di Non, el Instituto de Tecnología de la Universidad de Estonia de Ciencias de la Vida (EUL), la Agencia Energética Municipal de Valladolid, la ciudad de Tartú y Gestión de residuos de Macedonia

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