Diario de León

VW SCIROCCO

La renovación del «bestseller»

Más potente, ahorrador y deportivo. El coupé más vendido en España en 2013, se pone al día. Renovación estilística frontal y zaguera, faros traseros «led» de serie y nueva gama de motores. Llegará en agosto, con versiones Scirocco y Sirocco R.

Acusada personalización frontal en la versión R.

Acusada personalización frontal en la versión R.

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León

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Cuarenta años después… Scirocco. A la espera de la cuarta generación (ni está, ni se la espera... de momento) que, «lógicamente», debería asentarse sobre la plataforma modular más ligera MQB, Volkswagen continúa confiando en la derivación del Golf VI para la renovación del Scirocco con, como fácilmente puede apreciarse en las fotos, una actualizada mirada que se plasma —en el caso de la versión R, la más significativa de la nueva gama— en tres generosas entradas inferiores de refrigeración en color negro; también en los faros bi-xenón de serie, la iluminación diurna y los intermitentes de led.

Mientras, en el lateral, el Scirocco personaliza su estética con unas renovadas carcasas de los retrovisores exteriores, unos ensanchados faldones en los bajos de caja y unas pinzas de freno pintadas en color negro que lucen el logotipo «R».

Y el remate... la dominación, en la zaga, de las dos salidas de escape cromadas —a ambos lados de la carrocería— y un alerón más grande coronando la luneta posterior, además de las amplias aperturas de salida de aire en el parachoques.

Y la guinda... llantas de aleación —«Cádiz»— de 18 pulgadas y, opcionalmente, de 19.

El caso es que, cuando en 1974 el Scirocco debutaba en el Salón de Ginebra, ya apuntaba maneras como deportivo ágil en lo dinámico y asequible en lo crematístico, no «tan» acertado en lo estilístico (hay que reconocer que aquel pionero... era feo, por mucho que lo firmase Giorgetto Giugiaro) circunstancia que VW supo reconducir en 2008, la tercera generación todavía en vigor, con unos trazos mucho más sugestivos y que han sabido resistir —y continúan— el paso del tiempo, como lo demuestra esa posición de liderato entre los coupé que se venden en el mercado español.

Hay quien «sostiene» —los responsables de la marca... claro— que ésta actual tercera entrega del Scirocco «tiene que durar», como mínimo hasta el 16; dos años todavía que, visto lo visto, el Scirocco no tendrá mayores problemas en afrontar con autoridad.

El caso es que, si aquel pionero de 1974 ofrecía una gama de motores de lo más contenida —pequeña, se diría—, que se conformaba con potencias entre 50 y 110 CV, las cosas han cambiado tanto en cuatro décadas como que, ahora, ese abanico se abre entre 125 y 280 CV y, lo mejor, con nada menos que hasta un 19% de ahorro en sus cifras de consumo (salvo en la versión R, claro está) merced, entre otras cosas, a la adopción del sistema «Start&Stop» de arranque/parada automática del motor en detenciones prolongadas; también a la recuperación de energía en frenadas.

Todas las mecánicas son de cuatro cilindros, turboalimentados y con inyección directa de combustible.

Así, la gama motorística de gasolina, que prescinde del 1.4 TSI (160 CV) en favor del 2.0 TSI (180 CV), se declina ahora en cuatro propuestas: 125, 180, 220 y 280 CV.

Dos son las ofertas en diésel: 150 y 184 CV, el primero de ellos con la contundente carta de presentación que suponen sus 4,1 litros de consumo medio por cada centenar de kilómetros.

En cuanto a las cajas de cambio, puede optarse por la automática secuencial de doble embrague DSG, mientras el grueso de la tropa vendrá con caja manual de 6 marchas (tracción delantera).

Por cierto, entre esas cuatro cosas que Volkswagen ha cambiado en la actualización del Scirocco, tampoco puede olvidarse el rediseño del portón trasero, con el emblema «VW» giratorio que se convierte en el sistema de apertura del mencionado portón, herencia, como otros aspectos, del Golf GTI.

Lo más destacable en el interior del habitáculo es la incorporación de tres relojes adicionales «en visera» sobre el salpicadero —guiño al primer Scirocco— y que, paralelamente, le vienen de perlas para acentuar su filosofía deportiva: presión del turbo, temperatura del aceite del motor y un cronómetro... más de atrezzo que otra cosa; tampoco está mal... y da ambiente.

El volante también es nuevo, como las rediseñadas salidas de aireación centrales y el portaobjetos situado entre los dos asientos delanteros, que ahora puede camuflarse con una cortinilla.

En definitiva, que a expensas de la llegada —«cuando toque»— de la cuarta generación, esta «tercera puesta al día» del Scirocco no tendrá mayores problemas —más bien al contrario— pata seguir manteniendo viva la llama en el corazón de los incondicionales que, a tenor de los resultados que arrojan las cifras de ventas, son muchos... y bien fieles.

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