Diario de León

Motor

Macan. Deportivo SUV... de Porsche

El fabricante «explora» nuevos caminos. Porsche lanza un órdago al emergente segmento SUV con la llegada del Macan. Funcionalidad y confort en clave de «todocamino» por 68.175 euros.

Las cuatro salidas de escape y los grupos ópticos personalizan la zaga.

Las cuatro salidas de escape y los grupos ópticos personalizan la zaga.

Publicado por
J. F. ZARDÓN
León

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Deportividad confortable. Incluso antes de su lanzamiento, el Macan ya se había convertido en uno de los esperados del año: propuesta inédita en los catálogos del fabricante (conocido por sus realizaciones superdeportivas) y, eso también, una —supuesta— bajada de escalón para acercarse —cuando no adueñarse— a una «popularización» que —en cierta medida— ya habían protagonizado el Cayenne y el Panamera cuando estrenaron sendos gasóleos.

La revolución llega ahora de la mano de un modelo que, en sus detalles estéticos, resulta perfectamente reconocible como hijo de la marca para, eso también, enfrentarse con garantías a enemigos naturales tan enjundiosos como el GLK de Mercedes, el Q5 de Audi de BMW o el X3 de BMW... por poner «sólo» algunos ejemplos.

Con el ADN bien marcado, el Macan, aprovechándose de las sinergias del Grupo VW, se convierte en todo un ejercicio de estilo por lo que, para los ingenieros de Porsche, ha supuesto la conversión —«transformer»— del icónico nueveonce en todo un SUV con, eso también, herencias Cayenne/Panamera en un interiorismo que pasa por la adopción de un contundente salpicadero y una no menos generosa consola central que se traduce, entre otras cosas, se traduce en unos materiales de calidad, buenos acabados y, de serie, una sugestiva combinación de piel sintética y tejido Alcantara que acabará por crear referentes en el segmento de militancia, el de los SUV compactos. Unos asientos de impecable factura, por ergonomía y sujeción anatómica, amén de un «habitable» habitáculo de 4/5 plazas y unos no menos generosos 500 litros de capacidad del maletero, que cuenta también con un sistema automático de apertura/cierre del portón trasero.

Para los amantes de las curiosidades estadísticas: el Macan es siete centímetros más bajo —y pesa 20 kilos menos— que el Cayenne y tres menos que el Audi Q5.

Aunque lo más significativo, es que el Macan se convierte en el primer SUV compacto que monta suspensión neumática que, como fácilmente puede colegirse, optimiza el comportamiento dinámico de un coche que personaliza tanto su visión como lo demuestran las opcionales llantas de 20 pulgadas (18 pulgadas de serie) y, también por descontado, el reducido perfil de los neumáticos; combinación que, en contra de lo que pudiese parecer, propician un excelente comportamiento rutero o, por mejor decir, una optimizada combinación campo/carretera que multiplica la practicidad del modelo por, entre otras cosas, la posibilidad de, merced a la mencionada suspensión neumática (3 modos operativos), variar la altura libre al suelo: hasta 40 milímetros puede subir el Macan para rodar fuera de carretera y reducirla -la altura libre al suelo- en una decena de milímetros si se quiere rodar más deportivo sobre asfalto.

El conductor también puede actuar —mediante la tecla «Sport»— sobre los parámetros de la dirección, del cambio de marchas y el pedal del acelerador, incluso endurecer los tarados de la suspensión.

En el apartado mecánico, el V6 de 3.0 litros y 340 CV (46,9 metros/kilo de par), unido al cambio manual robotizado de 7 marchas con levas en el volante y la tracción total, hace gala de unas cartas de presentación tan contundentes como los 5,4 segundos para acelerar de cero a cien, los 254 por hora de punta y, lo mejor, unos más que contenidos (para las prestaciones de las que se habla) 8,7 litros de consumo medio. También ayuda el sistema «Start&Stop» de arranque/parada automática del motor en detenciones prolongadas.

Apuntar finalmente, que la tracción total 4x4 es made in Porsche: embrague central multidisco, que reparte el par de tracción entre ambos ejes según las necesidades de cada momento, mientras las ayudas electrónicas inciden individualmente sobre cada rueda. Eso sí, por aquello de no traicinar la tradición, se conserva un cierto efecto propulsión en el comportamiento dinámico de un Macan que mantiene viva la llama del fabricante… por mucho que sea un SUV.

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