Medio siglo… belleza clásica

Realizado como una evolución del 124 Berlina, el Sport Spider de 1966 reinterpretaba un diseño de características marcadamente deportivas, con la firma de Pininfarina como telón de fondo: 3,97 metros y una línea tan moderna como bien proporcionada, con un frontal plano y una zaga formada por dos aletas ligeramente inclinadas hacia arriba; línea cóncava que se conectaba al perfil del maletero, toda una ‘revolución’ para la época. Motor tetracilíndrico (culata de doble árbol y válvulas en «V») de 1.4 litros y 90 CV, propulsión trasera y 170 por hora de punta. También había una versión de 110 CV y 180 por hora de velocidad máxima.

Unánimemente considerado como el punto de inflexión en la evolución productiva de Fiat, el comienzo de los años 70 marcó el apogeo del 124 Spider que, en 1972, conocía una nueva generación adoptando los motores (1.600 y 1.800) del 132, con potencias de 108 y 118 CV (180 y 185 por hora). Su producción continuaría hasta 1982, con una última —‘ultimísima’ — evolución en 1983: «Volumex» (compresor volumétrico) de 136 CV, principalmente destinada al mercado estadounidense y que acabó superando las 200.000 unidades vendidas en todo el mundo, el 75% de las cuales compradas en EE. UU.

Ahora… los diseñadores del ‘Centro Stile Fiat’, han concebido un automóvil que encarna, con evolucionado un diseño, la belleza clásica de su mágico antecesor… fiel a la esencia.