Túnel óptico. 300 leds… detrás de la mirada
Seat desarrolla sofisticados sistemas de iluminación. Más confort y seguridad al volante. Faros delanteros y pilotos traseros, sometidos a temperaturas entre 40 bajo cero y 90 grados centígrados positivos, en una «cámara climática». Hasta 350 kilos de carga, en el coche, para optimizar el ángulo ‘de mirada’…
Diálogo… entre arte y técnica. Decisivos en diseño, imprescindibles para la seguridad: los faros ‘protagonizan’ , a lo largo de los años, un papel decisivo en la industria del automóvil.
Detrás de ‘la mirada’ de cada vehículo, hay más de tres años de trabajo y desarrollo. Codo con codo, diseñadores e ingenieros, ensayan exhaustivamente en el túnel óptico del Centro Técnico de Seat, los más avanzados sistemas de iluminación de los nuevos modelos.
«Traducimos matemáticamente las ideas estéticas»; así de ‘contundente’ se muestra Carlos Elvira —responsable de Iluminación y Señalización de Seat— a la hora de «defender» sus proyectos de ‘miradas inteligentes y robustas’ .
300 simulaciones… por modelo, así genera el equipo técnico de la marca española las nuevas geometrías de los dispositivos de iluminación y señalización en 3D para, eso también, asegurar la viabilidad de los diseños ‘luminosos’ . A renglón seguido, una vez probada la fase virtual, se realiza una maqueta con la comienzan a realizarse las primeras pruebas de distribución, homogeneidad e intensidad de luz.
Visibilidad… En cualquier circunstancia, merced a los ensayos realizados en un túnel óptico de 40 metros de asfalto, que permite reproducir las condiciones reales de conducción nocturna, a la vez que se prueban las diferentes luces del coche chequeando su intensidad con un fotómetro, comprobándose que las líneas de corte de luz de los faros sean «horizontales».
Por cierto, ¿varía el ángulo luminoso con el coche cargado? Rotundamente… no. Para confirmarlo se realizan diversos ensayos, como cargar hasta 350 kilos en el maletero del coche o sentar a cinco personas, para garantizar que el ángulo de luz sea el correcto, independientemente de la carga que soporte el vehículo, incluso comprobando que tampoco se deslumbre al coche que venga en sentido contrario.
Del frío… al calor. Una cámara climática recrea desde el fío ártico al calor desértico (de —40º a 90º grados centígrados positivos); más de 30.000 kilómetros por los lugares más remotos del planeta, para comprobar que las luces funcionen correctamente desde las gélidas tierras de Suecia al ardiente sol de México.
10.000 horas… La media de vida útil de los 300 emisores led que incluye, por ejemplo, un Seat Tarraco. Tecnología que emite una luz mucho más fría y clara, similar a la luz de un día despejado, que abre un amplio abanico de posibilidades y ha permitido remodelar absolutamente el diseño de los dispositivos luminosos de los coches modernos.