Porsche 718 T. Placer… de conducción
Altas prestaciones combinadas con un amplio equipamiento. Porsche amplía el catálogo del Boxster y el Cayman. Herencia biplaza con amplio equipamiento y detalles exclusivos al más puro estilo ‘Touring’. Sus tarifas oscilan entre 70.863 euros (718 Cayman T) y 73.086 euros (718 Boxster T).
«T»… como «Touring». Sinónimo, en Porsche, del más puro placer de conducir.
El biplaza 718 T se adapta ‘escrupulosamente’ a esta filosofía: motor ‘bóxer’ de cuatro cilindros, 300 CV, llantas de aleación de 20 pulgadas, chasis deportivo que rebaja en una veintena de milímetros la altura de la carrocería, cambio manual de 6 velocidades (automático PDK opcional) y ‘Porsche Vectoring’ con diferencial autoblocante mecánico trasero; palanca de cambios más corta y con el esquema de relaciones en rojo, paquete ‘Sport Chrono’ y, para que nada falte en la ‘magia’ , manillas de las puertas en negro, volante GT y asientos deportivos con dos ajustes eléctricos, que llevan en la parte central tapizada en negro «Sport-Tex» y el logo «718» bordado en los reposacabezas.
Una ‘poderosa’ apariencia se enseñorea del exterior del 718 T: carcasas de los retrovisores en gris ágata, escapes deportivos en el centro de la zaga, con doble tubo negro cromado, además de una amplia ‘paleta’ de colores: Negro, Rojo Guardia, Amarillo Racing y Blanco, los metalizados Blanco Carrara, Negro Jet y Plata GT y, como «colores especiales», el Naranja Lava y el Azul Miami.
Los 300 CV y los 38,6 metros/kilo de par que entrega el ‘bóxer’ permiten al 718 T ‘sprintar’ de cero a cien en 4,7 segundos (cambio PDK) y en 5,1 con la caja manual, alcanza una punta de 275 por hora y arroja en báscula una ‘romana’ de 1.350 kilos (4,5 kilos por caballo).
El paquete ‘Sport Chrono’ ofrece cuatro modos de conducción: Normal, Sport, Sport Plus e Individual, que pueden seleccionarse mediante un conmutador situado en el volante.
En ambos modelos (Boxster y Cayman), los modos Sport y Sport Plus activan las características deportivas del sistema de gestión del motor y del acelerador, además de ayudar al conductor con la función automática de «doble embrague» cuando se reducen marchas en la caja de cambios manual. Mientras el sistema PAD (soportes dinámicos de la transmisión) minimizan las vibraciones motor/cambio combinando, además, las ventajas de los soporte duros y blandos.
Consecuencia: comportamiento dinámico mucho más preciso en curvas rápidas preservando —también— el confort de marcha en carreteras con firme irregular.