Mercedes SL. Más innovador... más potente
Homenaje al conductor —ocasional ‘piloto’— en un habitáculo presidido por una generosa pantalla vertical. MB
JAVIER FERNÁNDEZ
Histórica… herencia. Tan fiel a su historia como rompedor en sus planteamientos, el nuevo SL 63S E Performance confía plenamente —no es para menos— en el V8 Biturbo de 4.0 litros (situado en el eje delantero) y en su unidad de propulsión eléctrica firmada por AMG capaces de rendir 816 CV de potencia conjunta y de entregar hasta 1.420 Nm de par máximo, que lo convierten en el SL más potente de todos los tiempos, además de la quinta serie con tecnología híbrida.
Consecuencia: inmediata respuesta del propulsor eléctrico y consistente entrega de par que, junto a la entrega lineal de potencia, permiten disfrutar de una inigualable experiencia de conducción: 2,9 segundos en el ‘sprint’ de cero a cien y 317 por hora de punta; salpimentado, todo ello, por un sofisticado tren de rodaje con estabilización activa del balanceo y —eso también— por la dirección activa del eje trasero; es decir, un amplio equilibrio entre confort y dinamismo rutero.
La integración del motor eléctrico síncrono, se complementa con una batería ligera de alto rendimiento situada encima del eje trasero y un diferencial mecánico de deslizamiento limitado también en el eje trasero.
El motor eléctrico actúa directamente sobre el eje posterior, convirtiendo su potencia directamente en propulsión, lo que se traduce en un impulso extra al arrancar, acelerar o realizar adelantamientos; conforme aumenta el deslizamiento sobre el eje zaguero, la fuerza motriz del motor eléctrico se transfiere también a las ruedas delanteras cuando sea necesario: la conexión mecánica de la tracción integral variable, se realiza a través del árbol cardán y los ejes de transmisión de las ruedas delanteras; posicionamiento éste, en el eje trasero, que mejora la distribución de pesos y la carga por eje en el vehículo, traduciéndose en una excelente maniobrabilidad.
Herencia por vía directa de las carreras, el desarrollo del sistema de almacenamiento de energía de iones de litio, se inspira en la tecnología que adoptan los monoplazas híbridos de Fórmula 1 para el equipo Mercedes-AMG Petronas; así, la batería ofrece una considerable potencia capaz de aumentar el rendimiento general del nuevo SL Roadster.
Incluso la potencia eléctrica puede utilizarse frecuentemente para la recuperación y la recarga en función de las necesidades de cada momento.
Los ocho programas de conducción: ‘Electric’, ‘Battery Hold’, ‘Comfort’, ‘Smoothness’, ‘Sport’, ‘Sport+’, ‘RACE’ e ‘Individual’ también se adaptan a la nueva tecnología de propulsión, y pueden seleccionarse mediante el botón AMG y la pantalla de la consola central, o en los botones AMG situados en el volante.
El coche suele arrancar normalmente en «Silent Mode» del programa ‘Comfort’ cuando se conecta el motor eléctrico. En el cuadro de instrumentos, el icono ‘Ready’ indica que el vehículo está lista para circular; además, se oye un potente sonido de arranque típico de AMG como respuesta acústica de la disponibilidad para la conducción, emitido a través de los altavoces del coche: basta pisar ligeramente el pedal del acelerador… para que el coche se ponga en marcha.
Mediante el botón situado en el lado derecho del volante, el conductor puede seleccionar cuatro diferentes niveles de potencia de regeneración, aplicable a todos los programas de conducción, excepto el ‘Smoothness’.
Otra ventaja de la recuperación: el coche no se acelera en bajadas pronunciadas, de forma que el sistema funciona como un freno motor.
La sección trasera, se convierte en el rasgo más identificativo del nuevo SL: tapa del maletero integrada y la denominación del modelo resaltada en rojo, también los dobles embellecedores trapezoidales en los tubos de escape, exteriormente ranurados. Se montan de serie llantas de aleación de 20 pulgadas, calzadas con neumáticos 265/40 R 20 delanteros y 295/35 R 20 traseros; también se ofrecen opcionalmente llantas de aleación ligera forjadas de 20 y 21 pulgadas.
Se ha optimizado la aerodinámica, adaptándola a la tecnología de propulsión electrificada: el elemento aerodinámico activo, oculto en los bajos de la carrocería justo por delante del motor, contribuye a equilibrar el comportamiento del coche.
El interior, con un perfecto equilibrio confort/deportividad, adopta un puesto de conducción enfocado al conductor, con pantalla vertical en la consola central; a la vez la arquitectura ‘2+2’, también ofrece una generosas habitabilidad; sin olvidar los asientos deportivos AMG con ajuste eléctrico. Los opcionales asientos ‘Performance’, llevan reposacabezas integrados y respaldos con aberturas de ventilación. Este perfil de carbono, desarrollado y patentado por AMG, reacciona según el programa de conducción seleccionado, desplegándose automáticamente hacia abajo unos 40 milímetros a partir de 80 por hora de velocidad, creando así el efecto ‘Venturi’, que ‘pega’ materialmente el coche a la calzada, reduciendo la elevación del eje delantero.
En la zaga, el alerón extensible —y enmascarado— en la tapa del maletero, cambia de posición según las condiciones de la conducción, la velocidad de marcha, la aceleración longitudinal y lateral, y el ángulo de la dirección; a partir de 80 por hora, el alerón adopta hasta cinco posiciones angulares, optimizando la estabilidad del coche y reduciendo la resistencia al aire.
Para redondear, también se monta de serie una suspensión activa con estabilización del balanceo y amortiguadores regulables en rebote y compresión, además de frenos carbocerámicos en ambos trenes, que ahorran peso y reducen las masas no suspendidas.
En cuanto a la dirección activa zaguera, dependiendo de la velocidad, las ruedas traseras giran en sentido contrario (hasta 100 por hora) o en mismo sentido (a más de 100 por hora) que las delanteras, lo que se traduce en una mayor estabilidad y agilidad dinámica del SL.
La historia… continúa.