Ya rueda el Smart eléctrico
Se convierte en el primer coche eléctrico fabricado en serie
Pionero eléctrico. La producción automovilística de modelos exclusivamente movidos por energía eléctrica comienza a ser una realidad: 135 kilómetros de autonomía, dos horas de tiempo de recarga y, dada su condición de urbanita, velocidad máxima autolimitada a 100 Km/h.
Estas son las cartas de presentación del nuevo Smart E-Drive, movido por un motor eléctrico de segunda generación, situado en la zaga del coche, que entrega 20 kW de potencia (30 kW con «overboost» durante 2 minutos) y 12,6 metros/kilo de par, que acelera de cero a sesenta por hora en 6,5 segundos y cuya batería de ion-litio puede recargarse en una toma de corriente doméstica o en estaciones de servicio previstas al efecto.
Basado en el primer Smart Fortwo Cabrio eléctrico (2007), esta segunda generación del Samrt eléctrico ofrece mayores posibilidades de utilización práctica y un equipamiento más completo: aire acondicionado con regulación automática de la temperatura, servodirección eléctrica, elevalunas eléctricos, volante y pomo de palanca de cambios en cuero, retrovisores exteriores calefactables y regulables eléctricamente y llantas de aleación de 12 radios.
En el cuadro de instrumentos, junto al indicador de la carga de la bateriía, un amperímetro muestra el consumo y la energía obtenida mediante el proceso de recuperación.
En el exterior, el nuevo Samart E-Drive se diferencia de sus hermanos de gama por las llantas y las carcasas de los retrovisores en color verde, así como una célula tridion en color verde. Además, el logo electric drive en la zaga y la escuadra del retrovisor también hacen referencia a la propulsión ecológica del coche.
Tomando como referencia el precio medio de la electricidad en Alemania (primer país de comercialización del modelo) el Smart E-Drive tiene unos costes de servicio de aproximadamente 2 euros por cada 100 kilómetros. En otro países europeos, o si se dispone de la tarifa nocturna reducida, el coste puede ser incluso inferior.
Un precio con el que no se adquieren ni un par de litros de gasolina, sin olvidar que tanto el motor como los demás componentes de la propulsión eléctrica están exentos de mantenimiento. La contrapartida, claro, es que -“de momento- las prestaciones son evidentemente inferiores a las un Smart homólogo de combustión interna; aunque-¦ todo se andará.