Diario de León

C+D=Jaguar-¦ «75 Years»

El «Gran Gato» cumple 75 años en plenitud de facultades

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ
León

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Tres cuartos de siglo. Con escasamente 21 años era «sólo» Williams, aunque ya fabricaba sidecars de éxito. Décadas después-¦ Sir Williams acabaría por labrarse una sólida fama como constructor de automóviles de ensueño.

En 1922, Lyons fundaba «Swallow Sidecars» y, durante la década de los veinte y treinta, acabaría por crear una completa gama de motocicletas con sidecar y hasta automóviles de la marca SS-¦ denominación poco afortunada si pensamos que, en 1935, el apelativo SS100 (su primer coche) tenía connotaciones tan dramáticas como incorrectas. Así que, Williams, consideraría conveniente encontrar un nombre más evocador para su compañía. Tras una ronda de conversaciones con diversas agencias de publicidad, Williams Lyons elegiría finalmente «Jaguar» como denominación corporativa: nacía el Jaguar SS100 y, con él, una icónica leyenda que llega hasta nuestros días.

Soltura, elegancia, potencia y agilidad felina; sello distintivo de la marca. En palabras del propio Sir Williams: «Esto es lo más parecido a un ser vivo que podíamos crear». De esa forma, el -”entonces-” nuevo nombre captaría desde el principio la esencia de los futuros coches de la marca.

A lo largo de los años, Jaguar ha construido algunos de los automóviles más legendarios de la historia: XK120, presentado a finales de los cuarenta y considerado el deportivo más seductor de su época; los C-Type y D-Type, que dominarían las carreras en los cincuenta; el E-Type, presentado en los vertiginosos xisties y apelado el biplaza más bello jamás fabricado -”hasta entonces-”.

Los coches deportivos han sido siempre los abanderados del espíritu de Sir Williams, también las berlinas han venido imprimiendo un sello inconfundible: desde el Mark II al XJ, pasando por el cuatro puertas XF y su versión coupé XK (uno de los mejores GT del mundo), por no hablar de la sugestiva berlina X-Type.

Aleta dorsal-¦

Si el sueño de cualquier fabricante es ganar las 24 Horas de Le Mans, Jaguar lo cumplió -”y «triplicó»-” con creces en los cincuenta.

Sucesor del C-Type, el D-Type ya mostraba, en 1954, una avanzada concepción tecnológica. En una temporada en la que el Mercedes W196 se presentaba como el monoplaza más revolucionario del momento-¦ el D-Type ponía muy alto el listón de los biplaza Sport: chasis monocasco, dirección de cremallera, frenos de disco-¦ y el célebre motor de 6 cilindros en línea -”herencia XK-” realizado en Coventry. Todo era de lo más novedoso en el mítico Aleta Dorsal , también los 320 por hora de punta; otro récord para la época.

El ensayo general de 1954 se saldaría sobre el encharcado asfalto de La Sharte con la segunda plaza de Tony Rolt-Duncan Hamilton, por detrás del intratable Ferrari 375 Plus de Froilán Cabezón González-Maurice Trintignant. Ese mismo año, tras una fallida expedición «casera», Tourist Trophy y una victoria en las 12 Horas de Reims, el D-Type, que todavía se llamaba XKC en clave de fábrica, ya estaba preparado para afrontar el gran reto de Le Mans.

El de 1955 (Ferrari, Mercedes, Maserati, Aston Martin-¦ y Jaguar) sería el del trágico accidente de Pierre Levegh y el del primer triunfo de Jaguar en las 24 Horas (Hawthorn-Bueb). En el 56 los D-Type volverían a Le Mans-¦ y a cruzar «en triunfo» bajo la ajedrezada (Sanderson-Folckhart), a la vez que Hawthorn, haciendo honor a la fama del biplaza, marcaría la vuelta rápida (186,3 Km/h.).

La confirmación definitiva, la del triplete , llegaría en 1957: cuatro D-Type en las cuatro primeras posiciones. Los pilotos de la célebre Ecurie Ecosse (Ron Flock e Ivor Bueb) se alzarían con el triunfo, aunque lo más significativo sería el récord que se mantendría imbatido hasta principios de los sesenta (1961): 4.397,1 kilómetros recorridos en las 24 Horas, a 183,2 Km/h. de media-¦ ahí quedó «eso».

El D-Type ya podía -”y así fue-” retirarse victorioso a sus cuarteles de Coventry -”y al museo-”, allanando caminos a su hipotético sucesor: E-Type, aquel preciosista GT de gran producción que, eso también, nunca llegaría a emular los triunfos de sus ancestros: XK120, C-Type y D-Type.

La impronta del Aleta Dorsal ha quedado para los anales de la historia automovilística. Ahora, Jaguar sigue su camino-¦

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