Alimentos biológicos ahora también para las mascotas
Son alimentos libres de residuos, no manipulados genéticamente y sin aditivos ni conservantes, que se elaboran a partir de materias primas muy controladas
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Hablamo s de un proyecto de salud basado en alimentar a los animales de compañía con piensos biológicos, encaminados principalmente hacia el control de muchas patologías relacionadas con la alimentación. Se describen así multitud de trastornos como las diarreas crónicas, flatulencias, excesiva ingestión de hierba, lamido de las patas, eccemas en los pabellones auriculares, diversas dermatitis o dermatosis, olor desagradable de la piel, etcétera. Son piensos de gama alta que están ganando cada vez más adeptos debido a los resultados que se observan en un corto periodo de tiempo, además de que poseen un coste semejante a los que podemos encontrar en el mercado de la misma categoría.
Algunos estudios han logrado identificar ciertos conservantes, colorantes o residuos de fármacos como toxinas causantes de muchas intolerancias alimentarias y alergias. Se evidencian las consecuencias que tienen sobre el organismo en función del tipo de producción al que se someten los animales cuya carne se destina a la elaboración de estos alimentos. La carne obtenida de animales criados de manera intensiva puede ser en muchos casos el origen de alteraciones inflamatorias por ejemplo a nivel gastrointestinal. Todos están sometidos a controles de calidad exhaustivos. Las materias primas pasan por controles de semillas, se inspecciona la forma de cultivo y la manera de criar a los animales. También se controla el transporte desde las granjas biológicas hasta las fábricas para evitar que estén expuestos a algún agente contaminante.
La alergia alimentaria representa alrededor de un 15% de todas las enfermedades alérgicas cutáneas. Se evidencia un tiempo después de la ingestión del pienso con la aparición de prurito, ya sea a nivel local o generalizado. Es una reacción de tipo inmunológico, por lo que será necesario un periodo de desensibilización, administrando una dieta específica, que puede durar incluso años.
El objetivo buscado con estas innovadoras gamas de alimentos es testar la eficacia de compuestos como la piña y el ginseng, entre otros, sobre determinadas afecciones cutáneas o digestivas. Sobre todo para aquellos animales más sensibles, que vomitan con frecuencia, o que presentan diarreas intermitentes con cierta frecuencia, o los afectados por problemas de piel como seborrea, sequedad, caída excesiva del pelo etcétera. Incluso la conjuntivitis alérgica acompañada o no de síntomas cutáneos, es una alteración que puede tener una base alérgica alimentaria. Lagrimeo, congestión e inflamación de las conjuntivas o picor intenso, por ejemplo. Un porcentage elevado de los pacientes responden positivamente a un cambio en la dieta.
Hoy en día, el mercado de los productos alimenticios biológicos está creciendo rápidamente y poco a poco se está haciendo un hueco en nuestras mesas. El mismo fenómeno, aunque más reciente, se empieza a observar en el mundo de la comida preparada para animales de compañía. Esta tendencia responde al estilo de una sociedad con un espíritu ecologista.