Diario de León

Cuando la necesidad de agua crea biodiversidad

Mano a mano, los vecinos de Villadangos construyeron los muros de su laguna para poder regar; hoy acoge a 135 especies de aves

Vista aérea de la laguna de Villadangos, un paraje caracterizado por su biodiversidad.

Vista aérea de la laguna de Villadangos, un paraje caracterizado por su biodiversidad.

Publicado por
sonia vidal
León

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Orgullo y satisfacción llenan las bocas de los habitantes de Villadangos cuando se les pregunta por la laguna, y el porqué es sencillo: la crearon con sus propias manos. De zona pantanosa a Zona Húmeda de Interés Especial, de estanque de riego agrícola a hábitat de espectacular riqueza natural; la laguna ha evolucionado a lo largo de los años, pasando del uso de sus aguas para la supervivencia del cultivo a su abandono total, y de éste al aprovechamiento turístico gracias a su biodiversidad.

A tan sólo escasos 500 metros del pueblo de Villadangos, ubicado en la comarca del Páramo leonés, se encuentra este paraje, que parece un oasis en medio de un entorno mucho más homogéneo y pobre, sometido a una fuerte explotación agrícola. En la laguna, situada a 800 metros de altitud, se reproducen aves acuáticas, que sumadas a las especies invernantes llegan hasta un total de 135 especies. En la superficie inundada, de aproximadamente diez hectáreas, crece la vegetación como son espadañas y juncos, además de pequeñas plantas que cubren buena parte de la superficie del humedal. En el entorno y borde de éste, abundan los sauces, chopos y algún fresno, que forman un frondoso bosque y parecen querer esconder el valor natural de este paraje, muy escaso en la zona. Ni desde la carretera que la rodea ni aventurándose uno a atisbar entre la maleza es casi imposible divisar la laguna. Quizá ésta sea la razón por la que muchos de los habitantes de Villadangos, sobre todo los más pequeños, hayan oído hablar de este lugar, pero nunca lo hayan visto. Por eso, hasta que las obras de recuperación del entorno den sus frutos, los mayores son los encargados de contar de boca a boca la historia de su laguna.

Sus orígenes

«Durante 20 años fue una zona importantísima para este pueblo» asegura con firmeza un vecino de Villadangos. La necesidad hizo que en los años cuarenta los habitantes transformasen una zona pantanosa en un estanque de agua artificial que se convirtió en el principal sistema de riego agrícola. Mano a mano, todo el pueblo se enfrascó en la construcción de muros de piedra, que con la ayuda de gran cantidad de «tierra bien pisada», consiguieron mantener encerrada el agua. En la actualidad estos muros siguen existiendo y son los que mantienen el agua de la laguna; con el tiempo la vegetación los ha consolidado y no deja que se rompan.

Con el agua contendía se conseguía regar gran parte del terreno, que podía superar las 200 hectáreas. «Así todos los vecinos nos beneficiábamos. El agua debía llegar para todos, por lo que utilizábamos un reloj que nos pasábamos unos a otros, cada uno disponía de tres horas para regar todos sus cultivos. Quién no cumpliera pagaba una multa». Aprender a compartir este bien escaso era fundamental y este gran esfuerzo dio frutos. Ahora ya no sólo podían sembrar cereales, sino cultivar también remolacha, patatas, alubias-¦ «¡De todo! Incluso creo que daba mejores frutos, pues el agua salía calentina y se absorbía mucho mejor», recuerda de forma risueña un vecino.

El abandono

Con la llegada del proyecto Riegos del Páramo en 1967 los nuevos sistemas de regadío sustituyeron al uso de la Laguna y ésta cayó en el abandono. Durante años nadie volvió a tocar el lugar, creció la vegetación, aparecieron muchos animales, sobre todo muchísimas aves, lo que acabó convirtiéndose en un importante hábitat de una fauna y flora características. La Sociedad Española de Ornitología, en el censo realizado en enero de 1999, contabilizó 1.770 aves acuáticas de distintas especies estacionadas en este paraje, número récord de todos los humedales estudiados en la provincia de León.

«La facilidad para regar con el nuevo sistema fue ecológicamente mucho más interesante para el lugar, pues le ha permitido crecer hasta llegar a ser un importante ecosistema de la provincia», afirma el alcalde de Villadangos, Teodoro Martínez. La laguna se declaró como zona protegida y se prohibió la caza y la pesca. Un vecino recuerda: «Antiguamente incluso íbamos en barca y todo el mundo se bañaba allí. Cuando el agua bajaba después de haber regado íbamos a pescar pencas, que había en abundancia». Todo esto ha terminado. Ahora, la laguna se destinará al turismo ornitológico a través de la actuación del proyecto Trino, que permitirá restaurarla y recuperar el entorno para su uso científico, cultural, turístico y de descanso.

Principales valores

Quizá los vecinos de Villdangos no sepan con claridad el tesoro que guardan «como suyo», pero sí son conscientes de que se ha convertido en algo muy importante. Los expertos sí lo saben y aseguran que la laguna guarda importantes valores científicos y culturales.

«Durante todo el año mantiene altos valores de biodiversidad en un entorno mucho más pobre, sometido a la explotación agrícola. Su singula atractivo paisajístico contrasta también con el predominante en la comarca paramesa. Además, su situación geográfica es estratégica, pues está muy próxima al Camino de Santiago y cercana a los pueblos del Páramo Alto, lo que la convierte en un lugar excepcional para la educación y sensibilización ambiental».

Actualmente, varios programas de investigación científica en curso buscan estudiar «la respuesta del medio a las distintas labores de restauración ambiental o de uso turístico del ecosistema», que pronto darán a la laguna la cara que se merece.

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