De Roma a la Biblioteca Templaria de Ponferrada

Podían haber acabado en una universidad pontificia romana, pero están en Ponferrada y son el primer pilar de la Biblioteca Templaria que el Ayuntamiento quiere abrir en el castillo. «Cuando nos enteramos de que esos códices podían ir a la Biblioteca Vaticana y eran de un berciano, le ofrecimos la posibilidad de traerlos al castillo», cuenta el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, que recuerda lo «gratificante» que resultó descubrir que Antonio Ovalle «no quería nada para él».

Riesco sabe que con Templum Libri, el castillo alberga un tesoro que ha supuesto «un impulso definitivo para la Biblioteca Templaria», el ambicioso proyecto de convertir la fortaleza de Ponferrada en un centro de documentación sobre la Orden de los monjes caballeros de proyección internacional. El Ayuntamiento ya trabaja en el diseño de los espacios que ocupará en la fortaleza y está contactando con universidades para dar contenido al centro. «Queremos hacerlo bien, y eso exige tiempo y dinero», explica el alcalde.

Tiempo y dinero es precisamente lo que ha dedicado Ovalle para reunir en dos décadas su colección de trescientos códices miniados. Y todo con discreción. «No busca ningún tipo de protagonismo», dice el alcalde. «Se lo cede a los libros».