Diario de León

La nueva «bombilla» de Cubillos

El prototipo de central térmica del futuro, libre de CO2, quemará el primer «fuego» a mediados de febrero Cubillos del Sil alberga la construcción de un prototipo de central térmica único en el mundo. Se trata de una planta que producirá energí

La segunda caldera fue izada hace una semana, por lo que la central está a punto de ser ejecutada.

La segunda caldera fue izada hace una semana, por lo que la central está a punto de ser ejecutada.

Publicado por
M. ROMERO
León

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La amenaza del calentamiento global del planeta y la destrucción de la capa de ozono no son problemas de seres que habiten en la estratosfera, sino que es un quebranto que propiciamos todos y cada uno de nosotros. De hecho, el 55% del dióxido de carbono que se emite a la atmósfera en este territorio procede de las necesidades ciudadanas, del transporte... Y cada día consumimos más energía. Pero aún dependemos de los combustibles fósiles, aunque su producción genere enormes cantidades de CO 2 . Y eso es un problema porque dentro de dos años se impondrá un nuevo régimen de emisiones que, previsiblemente, encarecerá el coste de soltar a la atmósfera una tonelada de este gas de efecto invernadero. En consecuencia, de continuar el ritmo actual de emisiones la factura de la luz se encarecerá para todos los usuarios.

Ante ese escenario, Europa ha planteado un proyecto de investigación a gran escala para desarrollar tecnologías que, entre otras aplicaciones, eviten las emisiones de CO 2 por parte de las centrales eléctricas y la industria pesada. La UE ha confiado más de mil millones de euros a seis países para que, en conjunto, desarrollen un proyecto integral de demostración comercial de captura y almacenamiento de CO 2 . España es el emplazamiento elegido en el sur del continente y ha repartido su proyecto de investigación entre Cubillos del Sil, orientado a la captura de dióxido de carbono durante el proceso productivo de energía eléctrica, y la localidad burgalesa de Hontomín, donde se estudiará el almacenamiento de este gas.

De forma clara, lo que se ha denominado planta de captura, levantada junto a la central térmica Compostilla II, no es tal, sino que es un central térmica a escala de demostración que no libera dióxido de carbono durante el proceso de combustión del mineral. Al menos secuestra el 90% del gas después de separarlo de otros menos nocivos mientras sigue produciendo energía. Tan simple y tan complejo. Los camiones cargarán el combustible en cintas transportadoras que lo llevarán hasta las calderas, una de ellas de combustión en lecho fluido. La captura consiste en evitar que el CO 2 que está en la combustión -"el 14%, el resto es nitrógeno y agua-" se emita a la atmósfera. Lo que sería inasumible es coger ese 14% de dióxido de carbono, compromirlo, transportarlo y almacenarlo. Por eso, al acabar la combustión, se separa del resto de gases para después almacenarlo.

Esta planta es una instalación singular que por sus características técnicas y operativas será una de las centrales más completas y avanzadas existentes en el mundo, según han reconocido distintos organismos internacionales como la Agencia Internacional de la Energía. «Es la única de estas características que opera en el mundo con oxicombustión, y eso nos dará muchas ventajas», aventura el director del programa de Captura de Ciuden, Vicente Cortés. «Esta iniciativa es pionera como acción pública», subraya. Este experto en Minas lidera desde hace dos decenios un equipo de investigación en la Universidad de Sevilla especializado en ceoemisiones. Ahora trabaja en la implantación de la central térmica libre de CO 2 del Bierzo, la próxima «bombilla» de Cubillos; la vieja funciona y está a solo unos metros.

El nuevo emplazamiento está prácticamente terminado. En apariencia parece un circuito inacabable de tuberías y cintas transportadoras. Aún está rodeado de decenas de casetas pertenecientes a las más de 160 empresas que están participando en su construcción. La participación de pymes locales y españolas en las tareas de ingeniería, construcción y montaje es mayoritaria. Siete de los nueve paquetes tecnológicos están siendo realizados por las empresas españolas Mecanotaf (preparación de combustible), Foster Wheeler España (caldera de lecho fluido circulante), Biomass (caldera de carbón pulverizado y preparación comburente), Grupo Sodes (limpieza de gases) e Isolux Corsán (sistema de control e integración). Con éstas se sigue una estrategia de asociación que persigue la puesta en el mercado de los distintos desarrollos tecnológicos alcanzados y sitúa a compañías españolas en condiciones de competir internacionalmente. «Y no solo hablamos de grandes empresas, sino que la planta ha promovido un importante tejido industrial también para las pequeñas», indicó Cortés.

En momentos de máxima actividad están trabajando entre 200 y 250 personas simultáneamente. «Y éste es un momento punta», advierte Cortés. No en vano, a finales de este año concluirá la fase de ejecución de la instalación y la puesta en servicio progresiva de las primeras unidades. De manera gráfica, Vicente Cortés avanzó que «el primer fuego se quemará a mediados de febrero» si no hay contratiempos atmosféricos que retrasen la obra. «Estos plazos nos van a permitir que en julio del 2011 ya esté en marcha la segunda caldera». Tendrán un año y medio para operarla e investigar hasta que a finales del 2012 se decida si los resultados obtenidos en esta planta piloto podrían ser extrapolados a una central térmica comercial de 300Mw, cuyo coste final supondría una inversión de 1.200 millones de euros. De momento, Europa ha destinado 180 millones para el proyecto. Sólo en León ya hay contratados 40 técnicos de explotación, 20 de ellos de grado medio. De la última tanda de 20 que entraron en plantilla, 15 son leoneses, diez de ellos nacidos en el Bierzo.

En cualquier caso, aunque la industria ya es visible y en breve se activará el proyecto de investigación más importante que se ha desarrollado en el Bierzo, la cronología de su captación ante las autoridades europeas se retrotrae años atrás. Endesa y Ciuden firmaron un acuerdo estratégico de colaboración en el 2008 para hacer confluir sus respectivas actividades hasta la fecha en captura. A su vez, Endesa y Foster Wheeler habían establecido un año antes una alianza para evaluar y desarrollar las fases iniciales de una planta de demostración comercial con captura, tal y como recoge la documentación manejada por Ciuden. Por su parte, la fundación comenzó en el 2007 el diseño de la Planta de Desarrollo Tecnológico de Oxicombustión, que incorpora entre otras tecnologías una caldera de 30 MWt de lecho fluido circulante, proporcionada por Foster Wheeler.

En 2009, Endesa y ciuden, con Foster Wheeler como socio tecnológico, se presentaron al Programa Energético para la Recuperación de la CE (Peer) y fue seleccionado junto con otros cinco de Alemania, Reino Unido, Holanda, Polonia e Italia recibiendo la citada asignación económica de 180 millones de euros.

De esta manera, Endesa, Ciuden y Foster Wheeler se unieron en el Proyecto Compostilla, desarrollando un proceso público-privado de convergencia de intereses plasmado en un acuerdo de colaboración que permitirá abordar las actividades comprometidas con la Comisión Europea y que se centran en validar a escala comercial las tecnologías de captura.

Se pretende demostrar la validez de la tecnología de oxicombusión en caldera de lecho fluido circulante y desarrollar tecnologías de inyección y monitorización aplicables al almacenamiento de CO 2 . Adicionalmente, se realizará la identificación y caracterización de los potenciales emplazamientos para almacenamiento industrial de CO 2 y los estudios de viabilidad de una planta de 300 MW que, una vez decidida su construcción, será la primera del mundo en su género. Es la que se ubicaría en el Bierzo y deberá estar operativa en el año 2015.

De ser viable, permitiría la renovación de las actuales centrales térmicas de combustibles fósiles a partir del 2020 en España y en la Unión Europea y reducir las emisiones de CO 2 a la atmósfera en el marco de la lucha contra el cambio climático.

Y no sólo eso, sino que el concomiento desarrollado durante este proceso se prodrá exportar a otros países con gran dependencia de combustibles fósiles. La central de Cubillos ha sido concebida como un gigantesco mecano, cuyas piezas pueden ser sustituidas a medida que se van desarrollando otras nuevas, mejores y más baratas. Precisamente de eso se trata, de ir incorporando nueva tecnología que permita abaratar el coste final de las centrales térmicas del futuro.

En este contexto cabe recordar que Estados Unidos tiene el 28,9% de las reservas de carbón de todo el mundo y el resto se reparte, principalmente, por países asiáticos, por lo que la dependencia de este fósil es todavía enorme en países desarrollados. Sin contar que prácticamente todas las centrales térmicas europeas utilizan carbón. Dar con la tecnología adecuada para vender el conocimiento depende ahora de los resultados que consigan las investigaciones desarrolladas en la central de Cubillos del Sil. «Todo eso nos pone en línea con el desarrollo. No tenemos un impedimento genético, sino falta de orientación. Y desde luego esto no es una obra de caridad, sino que se trata de impulsar un potencial; en todo caso esa inversión tiene que retornar», manifiesta el director del programa de captura de Ciuden.

En estas instalaciones se va a desarrollar también un proyecto de investigación en torno al transporte del CO 2 . Se ha previsto la construcción de un circuito subterráneo de unos cuatro kilómetros de longitud para probar diferentes materiales y tecnologías que abaraten y faciliten el transporte del gas por ceoductos, para lo que se acabar de firmar un convenio con Enagas. El dióxido de carbono es un gas con muchísimas impurezas que degradan permanentemente las infraestructuras en las que es transportado, de ahí que dar con los materiales idóneos resulte de enorme importancia para desarrollar integralmente la captura y el almacenamiento.

Este último proceso se está desarrollando en Burgos. La construcción de la planta, también experimental, estará totalmente ejecutada a finales del 2011. Actualmente se están realizando las pruebas en superficie que, en los próximos meses, darán paso a las de profundidad con CO 2 presurizado. Antes de llegar a este punto ha sido necesario realizar una campaña sísmica para caracterizar geofísicamente el suelo a 2.000 metros de profundidad, que es donde se van a desarrollar los experimentos, y en un radio de unos 35 kilómetros cuadrados. El resultado de estos trabajos fue la obtención de una imagen 3D del subsuelo. Queda un año de pruebas. Y todo un futuro por delante.

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