Diario de León

coleccionistas de infancias

Más que un juego de niños

Es su pasión. Esther Barrio y David Álvarez cuidan con mimo cada una de las dos mil piezas de su colección de clicks con las que recrean mundos increíbles

Imagen del récord Guinness de montajes con muñecos clicks que miembros de la asociación Aesclick montaron en Barbastro y que recrea un partido de fútbol.

Imagen del récord Guinness de montajes con muñecos clicks que miembros de la asociación Aesclick montaron en Barbastro y que recrea un partido de fútbol.

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Empezó casi sin querer. A David Álvarez siempre le gustaron los clicks (los famosos muñecos de Playmobil). De niño, consiguió tener una pequeña colección, pero con el paso de los años fue deshaciéndose de ella y cediéndosela a sus sobrinas como ‘herencia’. Así fueron pasando estos pequeños muñecos, de unas manos a otras, hasta que les perdió la pista. Pero la afición resurgió, con mucha más fuerza, hace tres años.

Fue durante un cumpleaños cuando su mujer, Esther Barrio, le hizo un regalo que revivió aquella pasión de la infancia: una caja de clicks piratas. Fue también el inicio de otras muchas compras de ejemplares aquí y allá y el punto de partida de su gran colección.

Quien cuenta la historia es su mujer, natural de Castrocalbón. Fue allí, en el pueblo, donde expusieron por primera vez parte de la colección de clicks que ella y su marido atesoran y que está compuesta por cerca de 2.000 piezas. Algunas de ellas dieron vida las pasadas navidades al belén de Castrocalbón y lo convirtieron en uno de los más visitados de la provincia con sus doce metros cuadrados habitados por 1.550 de estos hombrecillos sonrientes.

Además de muñecos, Esther y David tienen cientos de complementos para sus clicks. Sombreros, armas, casas y plantas, vehículos o barcos completan esta gran familia que tiene una temática de lo más variada. «Básicamente, nos centramos en medieval, oeste, piratas, romanos, egipcios, trogloditas, vikingos y safari», explica esta leonesa afincada en Madrid.

Cada uno de los miembros de esta peculiar familia procede de un sitio. «¿El click más antiguo? No sabría decirte. Seguramente proceda de alguna compra en Ebay y rondará los treinta años», afirma este matrimonio, que también posee algunas de las series más nuevas de la marca juguetera, que van saliendo en Alemania un año antes que en España.

Hacerse con todo esto les ha llevado casi cuatro años de recolección y no les ha dejado espacio para ninguna otra afición de este tipo.

En busca del tesoro

David es muy selectivo cuando se trata de elegir. «Que un click se especial o más valorado que el resto depende, sobre todo, de la antigüedad que tenga y del número de unidades que se hicieron en ese momento», explican.

En una habitación de su casa guardan este pequeño tesoro. La han amueblado específicamente para ello y varios maletines de los que se utilizan para el bricolage sirven de cobijo a estos dos mil inquilinos y sus aderezos. «El espacio está super aprovechado», señala Esther.

Este peculiar ejército necesita también un mantenimiento. «Casi a diario dedicamos un tiempo a los Playmobils entre catalogar y ordenar piezas».

La afición la comenzó su marido, pero ella también se ha enganchado a este juguete antiguo que, sin embargo, sigue estando presente en la carta a los reyes magos de miles de niños año tras año. ¿El motivo? «Habría que preguntárselo a los expertos en márketing, pero la opinión más compartida en los foros de Playmobil es que los clicks se parecen mucho a los dibujos que suelen hacer los niños: figuras cabezonas, sólo con ojos y una sonrisa eterna», explica esta joven pareja, que achaca también a su tamaño y simplicidad el secreto de su éxito. Eso ha llevado a Playmobil a vender su producto estrella en medio mundo y a hacer de este producto no sólo un juego de niños, sino una afición para miles de adultos en varios puntos del planeta.

Los clicks de David Álvarez y Esther Barrio son unos grandes viajeros. Al mismo tiempo que algunos daban forma al belén navideño de Castrocalbón, otros viajaban hasta las cuevas asturianas de Tito Bustillo para participar en una representación de trogloditas que se podrá visitar hasta finales de mayo. Un puerto pirata en el palacio Euskalduna de Bilbao y un par de vitrinas en el centro comercial Hortaleza, en Madrid, completan los últimos viajes de la colección.

Buena parte de estos eventos los organiza Aesclick, la Asociación Española de Coleccionistas de Playmobil a la que pertenecen y que reúne a aficionados y amantes de los clicks a lo largo y ancho de España con el objetivo de divulgar este clásico juguete plagado de detalles.

Aesclick se dedica, sin ánimo de lucro, a organizar ferias de coleccionismo y realiza exposiciones de todo tipo. Con el dinero que recauda, compra y reparte juguetes a los niños hospitalizados o en situación de exclusión social.

Cada poco salen series que los seguidores esperan con atención para analizar cada uno de los nuevos complementos y detalles, como el pelo o la vestimenta. Entre ellos está David, que a través de su blog ( www.miramiskekos.blogspot.com ), da rienda suelta a su pasión por estos muñecos y divulga e intercambia conocimientos de este universo, además de abordar cada una de las novedades que aparecen en el mercado.

La colección de David y Esther seguirá viajando en los próximos meses. En febrero, participará en la XI Feria de Coleccionistas de Playmobil que se celebra los días 16 y 17 en Barcelona, que se ha convertido ya en uno de los principales referentes a nivel nacional para todos los amantes y coleccionistas de clicks. Allí se organizan concursos, se exponen dioramas y se montan tiendas en las que se puede encontrar una parte de este pequeño mundo que despierta pasiones.

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