Un sector ahogado

La avalancha de medidas que este sector vive desde el 2009 ha dejado tocada a una profesión que vive con incertidumbre las decisiones que adopta el Gobierno. La continuada bajada de los precios de los medicamentos asfixia una facturación que no vive su mejor momento y reduce sus beneficios debido a la menor asignación que recibe. Por supuesto, las farmacias rurales no son ajenas a esta situación, al igual que al copago, ya que, como cuenta Ana Cristina, «casi todo lo que sacamos es de las receta, que es donde está todo más dividido».