Fábricas de trabajadores felices

Si saliéramos a la calle a preguntar a la gente qué es lo que les hace sentirse realizados y satisfechos en su trabajo, ¿qué crees que responderían? ¿El sueldo? O, en los tiempos que corren, ¿tener trabajo y conservarlo? Pues lo cierto es que hay muchos factores que influyen en la motivación y el compromiso y que hacen que uno vaya a trabajar con ganas, y no como si le llevaran al matadero. Y bien les vendría a muchas empresas tenerlos más presentes, porque todos sabemos que un trabajador motivado es mucho más productivo. Así que, veamos que otros factores influyen en ello:

- El reto. Que te estimule y que te permita aprender algo nuevo y superarte cada día, encontrando un equilibro entre el desafío excesivo y la tarea fácil.

- La pasión. Que sea algo que aporte sentido a tu vida. O, por lo menos, que no lo aborrezcas.

- Saber qué es lo que se espera de ti, cuál es tu papel, cuáles son los objetivos que tienes que cumplir. En una palabra, claridad.

- Participar en la toma de decisiones. Que se tenga en cuenta tu opinión a la hora de aportar soluciones y de marcar el rumbo de la empresa. Ser más que una máquina que hace y hace.

- Sentir que, contando con el respaldo de tus superiores, tienes un cierto poder, responsabilidad y autonomía en tus funciones.

- Ver que tu trabajo sirve para algo, que es útil y que tiene un impacto positivo en la vida de otras personas.

- Trabajar en un entorno laboral agradable, aunque sin llegar a un punto excesivo de buenrollismo que lo haga improductivo.

- Las condiciones de trabajo: políticas de empresa, horarios, facilidades, posibilidades de promoción, seguridad, etc.

- Y, por supuesto, un salario que te permita vivir desahogadamente, siempre que lo sientas como el reconocimiento a un trabajo bien hecho.

Así que, si tu motivación está en horas bajas, pregúntate cuál de estos factores podría mejorar y qué puedes hacer tú para que eso pase.