La bici, mucho por recorrer en León

Han pasado a formar parte del paisaje urbano y cada vez acaparan mayor protagonismo. Las bicicletas son uno de los símbolos de las ciudades y del compromiso de los ciudadanos con el medio ambiente y con el ahorro.

El auge que ha tenido su uso en los últimos años supone también que las urbes tienen que asumir nuevos retos y concederles el espacio que sus usuarios reclaman. Tanto ellos como los conductores y ciclistas profesionales, además de las asociaciones de víctimas, tienen claro que España no está preparada para acoger a este nuevo protagonista urbano. Todos coinciden en que queda mucho por hacer para alcanzar una convivencia pacífica entre quienes pedalean a dos ruedas y el resto de los ciudadanos y miran con cierta envidia hacia los países europeos que han concedido un espacio propio a la bici.

El caso es que la bici protagoniza todo un fenómeno que no deja de crecer también al calor de la crisis económica, que ha puesto de manifiesto que es, sin duda, uno de los medios de transporte más baratos. Y, claro, eso ha ayudado mucho a su auge, Y a más ciclistas, más accidentalidad.

Un reciente estudio de la Universidad de Valencia y la Fundación Axa-Ponle Freno, publicado recientemente por la agencia Efe, da fe del considerable aumento de los siniestros en los que se ven implicadas bicis. De 2.964 accidentes en 2008 a casi 7.000 en el panorama nacional.

Datos facilitados a Efe por la DGT, en este caso referidos solo a vías interurbanas, cifran en 42 el número de ciclistas fallecidos en 2015 y en 11 en lo que va de este año, tres menos que en el mismo periodo del pasado. En León, en cambio, la siniestralidad ha subido, de apenas 18 accidentes en 2008 se ha pasado a entre 35 y 40 en los últimos años.

Es quizás la parte más fea y también la más polémica. «Nos preocupan los atropellos que ocasionan los coches. Los sufrimos los ciclistas, pero sobretodo los peatones. Muchas veces tienen que ver con la velocidad excesiva o con la deficiencia en el diseño de las infraestructuras y la señalización. Pero aun así, podemos decir que circular en bici, estando atento y cumpliendo unas normas básicas de comportamiento es bastante seguro», apuntan desde León en bici, una asociación nacida hace tres años que reivindica el uso de este medio de transporte como algo normal

Cuestión de convivencia

La clave pasa por una convivencia más pacífica entre todos. Eso es precisamente lo que reclaman las asociaciones de usuarios junto con la formación a la hora de subirse a la bici. «Hace falta formación para conductores y para ciclistas y esto tiene que hacerse desde pequeños, pero también hace falta más voluntad por parte de todos», señalan desde Bici crítica. La concienciación es también una parte esencial para que esta ecuación se resuelva de forma satisfactoria para todos.

Muchos aseguran que León es una ciudad que reúne todos los requisitos para ser ‘amiga’ de las bicis. «Es llana, con unas dimensiones muy abarcables, con un tiempo favorable a pesar del frío y un tráfico motorizado que no es tan denso como en otras ciudades», explica José Luis González Macías, presidente de Leon en bici. Sin embargo, la legislación no está adaptada a esta realidad. En los últimos años no se han aumentado los kilómetros de carriles bici en Leon ni se han cumplido los planes de movilidad que fueron aprobados en su día. «Sería importante tener vías ciclables seguras para unir el centro con el alfoz. Apaciguar el tráfico en el centro y extender la zona peatonal es una opción eficaz y barata», reclaman desde estas asociaciones.

El Ayuntamiento ya ha anunciado que habilitará carriles 30 para las bicis en las grandes vías y que implantará el modelo de Madrid ante la falta de financiación y espacio. Un paso más dentro de un largo recorrido.