León, un modelo de naturaleza

El patrimonio natural de España es incalculable y el de León así lo demuestra. De hecho el turismo ligado a la naturaleza es uno de los principales atractivos de la provincia, que ofrece al visitante un amplio abanico de posibilidades cuando de explorar el entorno y guardar en la retina imágenes bonitas se trata. No en vano, el territorio nacional atesora la mayor y más rica biodiversidad de Europa Occidental. Así lo señala el último informe del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente sobre el análisis y la prospectiva medioambiental, publicado el pasado mes de julio, en el que se aborda la riqueza natural como una oportunidad para desarrollar un modelo turístico sostenible que genere nuevos ingresos en el medio rural.

El medio rural representa en España el 85% de todo el territorio, donde vive el 18% de la población. Un espacio que no deja de perder población, pero tampoco de ganar adeptos a la hora de hacer turismo y estar en contacto con la naturaleza. Una especie de amor-odio que pone de manifiesto la cruda realidad de la despoblación que asola a los pueblos. Muchos no quieren vivir en ellos, pero nadie puede negar su atractivo.

Los parques nacionales son grandes reclamos en este sentido. El de Picos de Europa es uno de los más solicitados por los turistas. De hecho, el número de viajeros no ha parado de aumentar en los últimos nueve años, tal y como se refleja en el citado estudio con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El año pasado, un total de 51.482 viajeros españoles disfrutaron de este impresionante paraje, mientras que los extranjeros que lo hicieron fueron 5.472.

Lobos (arriba) y un turista avistando ejemplares de este cánido. ANDONI CANELA / RUBÉN DELGADO

El lobo tiene tirón

Esto demuestra que el turismo de naturaleza tiene tirón. Y mucho. Entre ellos el rural, que también ha arrojado buenas cifras para la provincia en los últimos años. Tampoco se queda atrás la observación de mamíferos como el lobo, que también ha experimentado una demanda creciente de un tiempo a esta parte. Este cánido es una especie emblemática cuya gestión tiene fuertes implicaciones sociales y económicas. Su conservación es una tarea ardua que suscita cierta polémica y se ha convertido en toda una estrategia nacional. En los últimos años, el censo nacional muestra la existencia de, aproximadamente, 300 manadas. Además, se constata su expansión al sur del Duero. Este tipo de turismo, el de observación de especies tiene más tirón entre los hombres, aunque el lobo también atrae a un buen número de mujeres, más que otras especies como el oso o el lince. Según el análisis del Ministerio de Agricultura, se estima un gasto de 56 euros por persona y día en el caso de la observación del lobo. De ahí el impacto directo que supone en la economía de la zona.

Pero además de Picos de Europa y del turismo de observación de mamíferos como el lobo, la provincia ofrece otros alicientes en lo que a naturaleza se refiere. La Ruta del Cares, el Valle de Sajambre, El Bierzo, Las Cuevas de Valporquero y, en general, buena parte del territorio leonés, ofrece múltiples alternativas y toda una experiencia para los sentidos que no ha pasado desapercibida para el turista nacional.

El turismo rural y el ornitoturismo también son opciones también al alza y, al igual que el resto, son un activo para la generación de ingresos para la población que permanece en el medio rural.

Y es que el turismo de naturaleza pone en valor la biodiversidad pero siempre con respeto a los valores naturales del territorio como principio. Una opción para respirar aire puro y apta para todos los públicos. León es naturaleza.

El refugio de Vegabaño. NORBERTO

La laguna de Villadangos del Páramo. NORBERTO

Picos de Europa y Ruta del Cares.