Diario de León

El «Cavallino» renueva su mitología... cargada de emociones

Todavía fresco el doblete en Fórmula Uno, Pilotos para Schumacher y Constructores para Ferrari, Sergio Scaglietti «firma» un espectacular coupé 2+2 con motor V12 de 540 caballos, 315 por hora de punta... y 240.000 euros.

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JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Por 40 millones de las antiguas pesetas, usted podrá disfrutar de la última joya del Cavallino Rampante , que comparte línea de montaje con el Enzo en los talleres de Maranello y que se configura como una de las criaturas más exclusivas en el ámbito de los coupés de «cuatro» plazas. Lo firma, in memoriam en este caso, uno de los dos «Sergios»: Scaglietti; el otro es, ya se sabe, Pinifarina y ya hay quien dice considerarlo, en la mitológica genealogía modenense, como el sucesor por línea directa del 456M. Y no sólo eso. El nuevo 612 Scaglietti, apuesta personal de Luca di Montezemolo, se convierte en todo un homenaje al trabajo del diseñador que realizara algunos de los más bellos trazos para Ferrari (sólo recordar el 250 GT y GTO de principios de los sesenta y el 250Le Mans o el 257GTB/GTB4...). Un V12 (cual si no) de 5,7 litros y 540 caballos se encarga de mover la joya hasta dejar la aguja del velocímetro «clavada» en los 315 por hora y que sólo precisa de un pequeño puñado de segundos (4,2... para ser exactos) para acelerarlo de cero a cien... como los pulsos de su piloto . Pero es que, además, el 612 Scaglietti marca nuevo hitos -si es que no los había ya- en la trayectoria productiva de Ferrari: es el primer Cavallino que echa mano de las ayudas electrónicas en sus sistemas de control de estabilidad y tracción (propulsión... ¡por favor!). Podría tratarse de una «traición», si no fuera porque las tales ayudas, que agradecerán quienes pongan a prueba su cartera... y su adrenalina, se extrapolan -no menos directamente- de la tecnología que ha llevado a los técnicos de Fiorano a «machacar» a sus enemigos naturales (que no son pocos... ni mancos ) en un Mundial, el de esta temporada de Fórmula Uno, que ha mantenido la emoción hasta el último metro del último Gran Premio. También es el primer 12 cilindros de La Marca íntegramente realizado en aluminio de forma que, frente a su ancestro el 456M, ofrece una reducción de 60 kilos en su romana ; todo un logro si se tiene en cuenta el generoso incremento de dimensiones (14 centímetros más largo y con un maletero de 240 litros) respecto al antecesor, a la vez que incrementa en un 60% la rigidez de su conjunto estructural. El motor está situado por detrás del eje delantero, colocándolo lo más cerca posible del centro del coche, formando unidad con la caja de cambios y el diferencial zagueros y consiguiendo así un impecable reparto de masas: 46% delante y 54% detrás. Elegante y deportivo, su diseño se debe, efectivamente, al «otro» Sergio, Pininfarina, cuyo heredero estudio ha conseguido plasmar, y combinar, la magia de una potente mecánica (se diría drástica) con el confort exigible a un verdadero «granturismo» de principios del XXI, pensado para cuatro ocupantes y con un fácil acceso a bordo. Habitáculo especialmente amplio y con ciertas delicadezas inherentes a su condición de GT, la firma Bose ha realizado un exclusivo y sofisticado equipo de sonido... ¿para qué? ¿Alguien está dispuesto a renunciar a la musicalidad del V12? Eso sí que sería, entonces, un auténtico desatino. La magia está servida... como la emoción.

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